Déficit en Viña del Mar
Recientemente el Secretario de Planificación del Municipio Viñamarino anunció una serie de medidas para hacerse cargo de un déficit de más de 13 mil millones de pesos, acumulado en siete años, que la Municipalidad ostenta. Si bien la cifra es elevada, representa cerca del 10% del presupuesto anual del municipio, por lo que si se acumuló en un período de siete años, el déficit representa en promedio un 2% del presupuesto anual.
Los ahorros, junto al aumento de los ingresos, deberán subsanar no sólo la deuda sino además el déficit anual, por lo que el ajuste debería bordear los 2 mil millones una vez que se logre pagar la deuda ya acumulada. Si bien las razones del déficit estarían justificadas en los gastos adicionales que el municipio ha debido enfrentar, sí se debió haber actuado de manera más prudente con anterioridad, a fin de realizar gestiones sobre un presupuesto equilibrado en sus ingresos y gastos. Aun cuando existan gastos justificados, estos siempre deberían contenerse dentro de un presupuesto, con las debidas excepciones, pero en ningún caso mantener déficit estructurales.
Entre las medidas para solucionar el problema se plantea un plan de ahorro por 3.500 millones, un aumento en los ingresos por 3.000 millones y un leaseback por 3.500 millones. El resto de la deuda se espera renegociar y no descartan enajenar activos prescindibles. Todas estas medidas parecen ser óptimas, y son las que generalmente se utilizan por el mundo empresarial para subsanar lo acontecido.
Observo la precaución del leaseback, que si bien su uso es ideal para enfrentar necesidades de caja en instituciones con escasa liquidez, implicará pagar cuotas futuras que abultarán el gasto presupuestario, a lo que se le suma las cuotas de las renegociaciones y el déficit anual de más de 2 mil millones.
En la medida que el Municipio ordene sus finanzas y adopte una cultura de gastos en virtud de un presupuesto establecido, el leaseback no debería generar inconvenientes, pero si la Municipalidad continúa realizando sobre ejecuciones presupuestarias, el leaseback aumentará el déficit e incluso se podrían perder los activos involucrados. Tiendo a pensar que lo acontecido en el Municipio servirá de experiencia y generará una cultura presupuestaria necesaria para no caer en este tipo de situaciones.