¿Cuándo es necesario recurrir a un psicopedagogo?

Esta es una pregunta que muchos padres se hacen cuando sus hijos comienzan a presentar algunos problemas en la etapa de adquisición de aprendizajes importantes dentro de la historia escolar. ¿Será necesario o estoy exagerando?, “mi hijo es inteligente!… aprenderá con el tiempo”, son algunas de las expresiones más comunes.

Las primeras alertas generalmente se dan en el proceso de adquisición de la lectoescritura, es decir, en los primeros cursos de enseñanza básica. Es aquí donde se empiezan a evidenciar los primeros problemas y los niños van quedando atrás en el avance en relación a su grupo curso.

Cuando la gran mayoría de los compañeros ya han aprendido a leer y escribir sin problemas, está este niño que a pesar de todo el apoyo familiar y de la escuela persiste con algunas dificultades en el aprendizaje de este hito.
Es en este momento cuando se hace necesaria la presencia de un psicopedagogo, pues constituye el profesional idóneo para realizar un diagnóstico certero que permita conocer las causas de lo que está provocando las dificultades de aprendizaje en la lectoescritura o el cálculo.

Por ello, es de suma importancia que este diagnóstico se realice en el momento oportuno para generar un plan de trabajo adecuado, que permita superar las dificultades detectadas considerando además, factores emocionales, familiares y de salud que ayuden a visualizar un cuadro integral y holístico del niño y su desarrollo.
Es importante recalcar que este tipo de dificultades nada tiene que ver con problemas de inteligencia, cosa que suelen pensar los padres. Puede ser que debido a alguna problemática en las funciones cognitivas básicas como son: la atención, percepción y memoria, este niño esté presentando dificultades en el aprendizaje de la lectoescritura y el cálculo.
Es aquí entonces donde cobra valor la presencia del psicopedagogo, pues es quien se encarga de estimular dichas habilidades que son la base de todo aprendizaje.
El tiempo también es un factor importante. No es lo mismo comenzar con la atención psicopedagógica en las etapas iniciales que en las etapas posteriores del aprendizaje. Lo resultados son distintos. Mientras antes se comience con un plan de trabajo, los resultados serán notoriamente mejores gracias a que en esta etapa inicial se da la llamada “plasticidad cerebral o neuroplasticidad” que permite modificar con mayor facilidad estructuras mentales ya implantadas y por lo tanto, existe un mejor pronóstico al éxito de la intervención psicopedagógica.
Por otro lado, no podemos dejar de mencionar lo importante que es el factor emocional.

El psicopedagogo también tiene un rol fundamental en todo lo relacionado con el fomento de la autoestima y el autoconcepto en el niño. Cuando se evidencian problemas en el aprendizaje de la lectoescritura y el cálculo es muy común que comiencen a coexistir problemas de baja autoestima, frustración y estigmatización, los que también deben ser tratados con la misma importancia y profundidad que los problemas en el aprendizaje.