Contingencia Nacional por Virus Respiratorios
Durante estas últimas semanas en nuestro país se han masificado noticias alarmantes sobre el aumento de las enfermedades respiratorias en la población infantil, alta demanda de los servicios de salud, ocupación de camas hospitalarias de más de un 90% y lamentablemente la muerte de algunos infantes por el comportamiento agresivo de estos virus.
El Ministerio de Salud (MINSAL) ha llamado a cuidar y aislar (dentro de lo posible) a los niños y niñas por el brote epidemiológico principalmente de virus respiratorio sincicial (VRS), pues más del 50% de los virus circulantes corresponden a este tipo, que ataca con mayor gravedad a los menores de 5 años, especialmente a menores de 1 año.
Se han tomado medidas como suspender cirugías no urgentes en esta población, aumento de camas hospitalarias para la población infantil, reconversión de servicios clínicos, trasformación de áreas de adultos a pediátricos, mayor contratación de personal de salud, flexibilidad en la justificación de inasistencias a los establecimientos educacionales, entre otras.
Hay opiniones divididas frente al llamado de adelantar las vacaciones de invierno para los niños/as o volver al uso de mascarilla obligatoria, a modo personal, creo que es necesario evaluar el real impacto de estas medidas, basarse en el sustento científico y en el comportamiento epidemiológico de estas enfermedades y no en la desesperación que trae esta cruda realidad.
Hago el llamado a estar atentos a signos y síntomas graves de enfermedades respiratorias en la población infantil como la dificultad para respirar, fiebre, labios morados, hundimiento de costillas, silbidos, inapetencia y/o aleteo nasal (movimiento de los orificios de la nariz), en estos casos recurra al centro de salud más cercano.
También, como medidas de prevención evitar exponer a los infantes a las aglomeraciones de público, ventilar diariamente las casas, lavado frecuente de manos, vacunación al día según programa nacional de inmunizaciones, influenza y COVID-19, evitar el contacto con personas enfermas, cubrir con antebrazo nariz y boca al toser o estornudar y utilizar mascarilla en caso de síntomas respiratorios. Recordar que el autocuidado es trabajo de todos.