Chile país de reuniones y comisiones sin soluciones

Cuantas veces escuchamos en los medios de comunicación: «hay que crear una mesa bipartita, tripartita; una comisión para evaluar, reunión de comité, elaborar un estudio; interponer una querella para los que resulten responsables; llegaremos hasta las últimas consecuencias; crear controles y más controles».

Parece chiste repetido y malo, nada en concreto. ¿Cómo es posible que aún en pleno siglo XXI no tengamos quién se haga responsable por esto y todo quede en nada?. Es sólo cuestión de mirar el acontecer noticioso de nuestro país para notarlo. Un ejemplo, en el fútbol se quejan por la poca asistencia a los estadios y por todos los controles que hay que sortear para ingresar, la incomodidad de que lo revisen, la molestia de quienes viven en las cercanías del estadio: se cortan las calles, se cierra el perímetro, guardias por doquier sin ninguna autoridad, y a esto llaman ESTADIO SEGURO. Sin embargo, a quienes hacen desórdenes no les pada nada. ¿Dónde están las cámaras, registros fotográficos, testigos?. Nuevamente nada de nada.

Todos se preguntan qué está pasando y añoramos tiempos pasados donde se veía a familias completas en los estadios y cuando terminaba el encuentro todos salían felices, perdedores y vencedores. Esto es reiterativo: escuchar a todos quejarse por estas acciones, pero nuevamente, ¿qué hacemos para mejorar esto? ¡Nada!

Las reuniones o comisiones requieren mucho de nuestro tiempo y es la forma de planificar, organizar, tomar decisiones para ejecutar el trabajo que se debe realizar. Pero, ¿cuántos de nosotros hemos estado en reuniones que no acaban nunca, se interrumpen y se desvía la comunicación o nos tratan de imponer ideas o no se aceptan opiniones divergentes? O peor aún, la falta de respeto de integrantes pegados a sus celulares o computadores sin demostrar interés alguno en los temas que se están tratando. ¿Que nos falta?

Falta ser más efectivos en reuniones. Las comisiones pueden ser muy productivas o una pérdida de tiempo total, esto es lo que está sucediendo. Los miembros de esas reuniones no son las personas idóneas o no están motivados en participar de verdad y con seriedad. No existe la magia para solucionar esto, pero existe el respeto a las personas, las reuniones no deben ser tormentosas, pueden ser amenas y amenizadas, pero para esto se necesitan integrantes motivados e idóneos, y no autómatas esclavos de la telefonía celular. Ser más efectivos nos ayuda a alcanzar las metas que nos proponemos. Creemos que sí es posible, pero para ello hay que tener lo que tanto escuchamos en estas fechas: hombres de buena voluntad.