Chile y el desafío de la Domótica

Domótica y Urbótica son dos conceptos específicos de las nuevas tecnologías de la construcción que lentamente cobra vida en nuestro país.

Constantemente el ser humano ha buscado la comodidad a través de sus construcciones, logrando adelantos que satisfagan sus necesidades basicas, como el comer, dormir y compartir. La imaginación de algunos cineastas y la búsqueda de nuevas tecnologías nos han entregado una idea de lo que nos depararía el futuro en la construcción de edificios y casas: StarWars, Volver al Futuro, o incluso Los Supersónicos.

Hoy, no tan lejos de las caricaturas, la tecnología en las casas la encontramos cada vez más cerca, Apple por ejemplo en su última actualizacion agregó “mi casa”, una aplicación para conectar lo accesorios del hogar y compartirlos en un homekit y administrarlos de manera remota. Así se puede ver aplicaciones en los distintos centros comerciales, en los cuales las camaras de seguridad y los sistemas de vigilancia muestran lo que se va incorporando a las tradicionales casas de nuestro pais.

Los avances están llevando a construir casas inteligentes, que en un futuro serán completamente automatizadas y dirigidas por un computador u otro dispositivo, donde funciones como el control de la temperatura, iluminación, alimentación y la seguridad estarán dirigidos y asegurados.

Aquí es donde nos encontramos con el concepto de Domótica, que se define como la incorporación de equipamientos tecnológicos a nuestros proyectos inmobiliarios, de manera que permita una mejor habitabilidad y relación del medio con el habitante. Estas nuevas líneas en la construcción generarán progresos que facilitarán la vida diaria y serán una gran ayuda a las personas con necesidades especiales. Este es un primer paso a la implementación de la Urbótica, es decir ciudades robotizadas.

No es de extrañar que desde un celular o una tablet se pueda controlar todo lo que pasa en una casa. Actualmente estos mecanismos electrónicos son utilizados para administrar cámaras de seguridad y alarmas, entre otros y en un tiempo no mayor, es probable que los nativos digitales, aquellas personas que han nacido en esta última década, exijan que la tecnología los acompañe en nuevos desafíos y nuevas aplicaciones del diario vivir que requiera cambios, como sus casas.

Bajo mi experiencia trabajando desde el mundo de la arquitectura y de la educación, sostengo una hipótesis y una visión de cómo los profesionales del área de la construción deberán enfrentar estos cambios.

De los arquitectos se necesitará que su visión no sólo se enfoque en la ratificación de cánones convencionales de habitabilidad y confort, sino que será necesario atreverse a innovar e incorporar en los espacios, nuevas tecnologías donde cada elemento del proyecto juegue un papel importante dentro del conjunto. Estos nuevos edificios deberán pensarse como organismos que funcionan uno con otro, dentro de un sistema complejo de ciudad y paisaje, adaptándose al lugar y que representen una identidad nueva y funcional acogiendo al ser.

Por su parte, los ingenieros tendrán un rol fundamental, debido a que necesitarán cambiar su forma de enfrentarse con la tecnología. Necesitaremos constructores con una visión amplia capaz de pensar un proyecto complejo antes de construirlo, y prever los problemas propios de la obra, debido a que muchos se encontrarán dirigiendo las construcciones y optimizando recursos de toda índole.

Tal como Henry Ford en el siglo pasado convirtió el auto en un elemento en serie, los edificios inteligentes lo serán también en un tiempo más, las máquinas construirán los edificios de manera eficaz y limpia, optimizando los tiempos. De esta manera los constructores deberán seguir el proceso velando por la prolijidad según lo programado y de igual forma, los técnicos deberán manejar los conceptos, aportando al perfeccionamiento de los nuevos proyectos; por lo que al unir los conocimientos de estos tres profesionales surgirán avances en la construcción del siglo XXI.

Justamente para capacitar a los profesionales del mañana, los institutos profesionales son los llamados a dar un giro en la educación, planteando aquellas problemáticas de una manera práctica, con las que los alumnos desarrollen las competencias desde las aulas para enfrentar el nuevo milenio en la vida laboral.

Estos enormes desafíos comienzan en las salas y en los talleres de clases donde la nueva visión de la construcción hará que Chile, un país con un bajo desarrollo en Domótica y Urbótica, pueda llegar a ser un líder y un referente de cómo la educación va dirigiendo los nuevos parámetros constructivos, de cara a las nuevas generaciones y futuros profesionales.