“Vacunarse es una responsabilidad social”

En medio de la preocupación de la comunidad maulina por el brote de coqueluche en la ciudad de Talca, el día 4 de octubre se realizó en el Campus CAR de la Universidad Santo Tomás una Clase Magistral denominada “Virus, Vacunas y el Movimiento Anti-Vacunas”, organizada por el Programa de Bachillerato en Ciencias y el Departamento de Ciencias Básicas.

El invitado fue el Doctor Gabriel León, Bioquímico y Doctor en biología Celular y Molecular de la Universidad Católica. Actualmente es académico, investigador y director del Centro para la Comunicación de la Ciencia de la Universidad Andrés Bello. Premiado por distintas sociedades científicas, es miembro estable del comité de área alimentos y agropecuaria de Fondef-Conicyt y del equipo editorial del sitio de innovación del Ministerio de Economía. Columnista semanal de ciencia en radio Bío-Bío, radio Zero y diario La Hora y autor del libro “La Ciencia Pop”.

Durante su Clase Magistral, el Doctor León dio una visión histórica de cómo han ido evolucionando las enfermedades y cómo el descubrimiento de una tecnología que permite evitar algunas enfermedades (vacunas) permitió cambiar el panorama mundial de salud.

¿De dónde nacen las vacunas?

“Las vacunas emergen en un contexto histórico (Siglo XVIII) en el que no se sabía nada de las enfermedades, la medicina era más un arte que una ciencia. Por lo tanto la aparición de esta tecnología generó un quiebre muy fuerte en la sociedad. A ello hay que sumar el contexto social muy complejo de la época donde había leyes en Inglaterra por ejemplo que eran muy duras particularmente con los más pobres”.

¿Ya en esa época hubo también un movimiento anti-vacunas?

“Esto mismo genera un primer movimiento anti-vacunas muy fuerte que es victoriano, de 1850, con protestas, con apedreamientos y con un clima social bien tenso en Inglaterra. Pero a pesar de eso las vacunas fueron tremendamente exitosas en todo el mundo”.

¿Cuándo resurge con más fuerza este movimiento?

“Vuelve a aparecer en los 90’ a partir de dos hechos puntuales. Uno que ocurre en Estados Unidos y otro que ocurre en Inglaterra, y estos dos eventos tiene que ver con peligros nuevos asociados a las vacunas, particularmente uno que es que las vacunas producen autismo. Esto emerge con dos historias paralelas distintas, pero que se mezclan después. Esto hace crecer la desconfianza sobre esta tecnología y ha hecho re emerger a algunas enfermedades que estaban casi erradicadas”.

¿Existe alguna evidencia científica que diga que las vacunas pueden provocar algún daño como los señalados?

“No existe ninguna evidencia de que eso sea así, todo lo contrario, la evidencia muestra que las vacunas son súper seguras. El punto es que las ansiedades de los padres no emergen desde la evidencia científica sino que emergen desde otro lugar. No basta con decirle a la gente mira ahí están los estudios, hay que entrar con una sensibilidad distinta para que modifiquen su opinión”.

¿Por qué entonces hay padres que se niegan a vacunar a sus hijos?

“Lo interesante es que cuando un padre que tiene miedo de las vacunas, no vacuna a su hijo lo está haciendo exactamente por la misma razón que un padre que sabe que las vacunas funcionan, vacuna a su hijo. Es porque se preocupa de él. La razón de fondo es la misma, el punto está en que hoy la forma en que uno le cuenta a la comunidad los riesgos asociados a las vacunas y lo bien que funcionan tiene que ir acompañado de esta mirada que es un poco más sensible. Vacunarse es una responsabilidad social”.

Peligros de no vacunarse

¿Cuáles son las consecuencias de no vacunar a los niños de acuerdo a los planes establecidos por cada Estado?

“Desafortunadamente los movimientos anti-vacunas han tomado mucho vuelo y como las estrategias de comunicación no han sido muy efectivas, han bajado las tasas de vacunación y hoy en día en Europa hay un brote de Sarampión en Rumania, Italia, Francia y Alemania con miles de casos y con varios muertos. Hace unos años en España hubo un caso de difteria, que es una enfermedad medieval erradicada y murió un niño de seis años que no estaba vacunado. El gran peligro es que empecemos a ver la re emergencia de algunas enfermedades casi erradicadas”.

¿Qué es la inmunidad de grupo o inmunidad de rebaño?

“Es un concepto epidemiológico súper importante y se aplica a escala poblacional. Tiene que ver con cómo las personas vacunas protegen a la comunidad que no se puede vacunar. Los casos de coqueluche que tienen acá en el Maule tienen que ver justamente con la inmunidad de grupo y con la cobertura incompleta. La vacuna pentavalente se pone a los 2, 4, 6 y 18 meses y cuando el esquema de vacunación no está completo el riesgo de que te enfermes es mayor y esta enfermedad es particularmente grave en los lactantes y ellos no solo dependen de su inmunidad (estar vacunados) sino de que el entorno no los contagie. En el caso del coqueluche la vacunación es esencial”.

¿Cómo está Chile en relación al resto del mundo en el tema de las vacunas?

“Chile ha sido un ejemplo, fue el tercer país del mundo que erradicó la Polio en 1975, nunca más hubo casos de polio acá. Durante la colonia el Fray Manuel Chaparro vacunó a cinco mil personas en la catedral contra la viruela, esta vacuna llegó a Chile dos años antes que la expedición Balmes que trajo las vacunas a América. Por lo tanto nuestro país tiene en la región un prestigio muy grande respecto a las vacunas y el programa de inmunización chileno es espectacular”.

¿Cuáles son las enfermedades más peligrosas que podrían aparecer si se sigue masificando esta idea de no vacunarse?

“La tos convulsiva por ejemplo que es una enfermedad tremendamente contagiosa, o el sarampión que es una enfermedad infecciosa todavía latente en el mundo. Estas podrían ser las dos más peligrosas”.

Riesgos y mitos de las vacunas

¿Cuáles son los riesgos asociados de las vacunas?

“Todas las tecnologías humanas tienen riesgos, no hay nada que sea cien por ciento seguro. Cuando uno se sube a un avión hay un riesgo de que el avión se caiga, nadie puede asegurar que vas a aterrizar. Y en el caso de las vacunas, probablemente son el producto farmacéutico más estudiado en el mundo con niveles de calidad en su elaboración inigualables. Pero tienen riesgos, por ejemplo que produzcan hinchazón y fiebre en el lugar del pinchazo que es por una mala aplicación o un absceso en el brazo y el resto son casos extremadamente raros, es decir uno en un millón de parálisis del tipo Guillain-Barré por una reacción autoinmune muchas veces en personas que ya tenían una susceptibilidad, pero aun así en los casos más graves el riesgo de que te pase lo mismo sin vacunarte es mayor. Los riesgos son mínimos, de hecho hay más posibilidades de que a un niño le pase algo mientras va camino a vacunarse (accidente de auto por ejemplo) a que le pase algo por ponerse la vacuna. Pero los seres humanos manejamos muy mal los riesgos”.

¿Cuáles son los principales mitos en torno a las vacunas?

“El mito más grande del mundo es que a nivel general las vacunas causan autismo. En el caso de la vacuna de la influenza el mito es que me vacuné y me resfrié, bueno la influenza y el resfrío son enfermedades distintas así que nada tiene que ver una cosa con la otra, además la vacuna contra la influenza no tiene virus vivos por lo tanto es imposible que cause la enfermedad. Otro mito es en torno a la vacuna del Papiloma, que causaba desmayos y un montón de cosas más, pero ninguna de esas reacciones ha sido vinculada a la vacuna. También estaba el mito de que esta vacuna no funcionaba y es absolutamente falso ya que en varios países del mundo por ejemplo las verrugas genitales han bajado considerablemente gracias a la vacuna”.

Lo último en vacunas

¿Cuáles son los últimos avances en vacunas?

“Hay cosas bien interesantes. En nuestro país en estos momentos se está haciendo un ensayo clínico para probar la efectividad de una vacuna contra el virus sincicial, que es una enfermedad respiratoria grave que afecta principalmente a niños pequeños. Por otra parte hace poco apareció una publicación muy interesante porque uno de los problemas de las vacunas es su aplicación, una jeringa y una aguja. Acaba de aparecer una tecnología nueva que es como un parche curita con micro agujas hechas de gelatina que se aplica en la muñeca y listo”.