“No estás solo” es la iniciativa  de innovación social y multidisciplinaria,  generada por el IP-CFT Santo Tomás para apoyar a personas mayores  que viven solas en la población Fray Jorge  de la capital limarina.

“Nos sentábamos a conversar pero era yo la que más hablaba, yo les contaba todo. Lo pasé súper bien”, así describió Mercedes Véliz la experiencia vivida junto a jóvenes estudiantes que la visitaron periódicamente, por más de un mes, para entregarle su compañía.

Vivencias  que seguramente los involucrados atesorarán por mucho tiempo y que se generaron a partir de un proyecto formulado por docentes y alumnos del IP-CFT Santo Tomás, sede Ovalle, el que fue presentado a la 3° versión del “Concurso de Innovación Social, Transformar para impactar- Ideas con potencial de cambio” de las instituciones Santo Tomás, resultando ser uno de los ganadores.

Con este, sus gestores buscaron integrar en la comunidad a aquellos adultos mayores que, por diversas razones, permanecen gran parte de su tiempo solos, además de ayudarlos a satisfacer sus necesidades básicas y fortalecer su sentido de pertenencia.

De acuerdo a Carolina Molina, Directora de la carrera  Técnico en Enfermería y una de las gestoras de la iniciativa,  “estadísticas nacionales e internacionales advierten que la depresión en los adultos mayores se encuentra en un nivel alto, y la sensación de soledad puede ser un factor de riesgo o un gatillante de la depresión”,  por ello el objetivo del proyecto “No estás solo” era rescatar al adulto mayor y proteger su salud mental.

Proyecto piloto

La ejecución de esta iniciativa se dio como un programa piloto de innovación social, en el que intervino una red de trabajo colaborativo entre las carreras Técnico en Trabajo Social, Técnico en Enfermería, Analista Programador, del establecimiento de educación superior ovallino y socios comunitarios como el  CESFAM Fray Jorge, logrando beneficiar a diez adultos mayores.

Luego de casi un semestre de trabajo y más de un mes de intervención con las personas beneficiadas, se realizó el cierre del proyecto con una evaluación muy positiva de todas las partes involucradas.

Desde el CESFAM Fray Jorge,  su directora, Jimena Rodríguez sostuvo que se sienten “súper satisfechos con el trabajo hecho, y poder aportar un granito de arena a este proyecto,  pensamos que esta es la puerta de entrada porque el desafío está en continuar trabajando con proyectos que esperamos se puedan concretar en 2022”.

Por su parte, los estudiantes coincidieron en que esta fue una experiencia satisfactoria que les permitió conocer la situación de las personas mayores, así lo manifestó Cristian Carrasco, alumno de primer año de Técnico en Enfermería, quien dijo que “fue una experiencia gratificante, este proyecto ayuda a ver las realidades de los adultos mayores, ser más responsables y afectivos con ellos. Con el hecho de darles 1 o 2 horas a la semana para ellos es un gran aporte y los llena de energía y alegría. Esta experiencia me ayuda a ser más humano, a tener más empatía y ser más responsable”.

Paula Álvarez, estudiante de Técnico en Trabajo Social comentó a su vez que esto “nos ha dejado varias enseñanzas, hemos compartido experiencias con los adultos mayores, nos hemos  concientizado del abandono en el que están nuestros adultos mayores, muchas veces invisibilizado, es una experiencia que nos ayuda a crecer más allá de lo profesional como seres humanos”, enfatizó.

Proyección a futuro

Luego de la positiva evaluación de “No estás solo”, ya se proyecta su continuidad con el propósito de ampliar su impacto en la comunidad.

Como primera instancia, Marlen Monsalve,  estudiante en práctica de Trabajo Social, de la Universidad Santo Tomás de La Serena, quien estuvo a cargo de la administración del proyecto señaló que “buscamos ampliar la red para que se pueda generar un mayor impacto en personas mayores en situación de soledad,  se las va a seguir monitoreando y gestionando visitas durante las vacaciones, porque estamos hablando de personas que están en situación de soledad y no podemos volver a dejarlas solas, no queremos romper el vínculo.

Por último, Carolina Molina dijo que este proyecto “fue más de lo que esperábamos, si bien hay una intervención a un número pequeño de adultos mayores, el cambio en la vida de ellos,  la compañía que tuvieron fue significativo. Nos queda cómo tarea aumentar la población de cobertura e incorporar más estudiantes. Nos hemos dado cuenta que es un abanico impresionante de cosas que podemos hacer y son simples de hacer,  solamente requieren de voluntad y de participantes”.

Para esto, la docente espera a mediano y largo plazo poder crear una ONG con estudiantes voluntarios, que sea un referente para la comunidad, con la que puedan comunicarse, en caso de emergencia, incluso a través de una aplicación,   y así acudir en ayuda de los adultos mayores.