Kinesiólogo Leandro Miret, analiza el actual escenario en la atención de salud que debió reinventarse a raíz de la llegada del COVID-19. Él será uno de los conferencistas de JIIS 2020 el próximo 10 y 11 de diciembre.

La Pandemia SARS-COV2 sufrida a nivel internacional desde hace ya un año, nos ha puesto a prueba no sólo en lo personal y profesional, sino que también nos ha exigido explotar nuestras capacidades de innovación, reinvención y adaptación a las nuevas formas de enfrentar con seguridad la atención de nuestros pacientes.

Desde un diseño institucional tradicional pensado en la presencialidad habitual para la atención de nuestros pacientes, modelo en el cual estábamos sentados hasta marzo de 2020 y el que por cierto requería cada vez de innovación y estrategias adaptativas para poder entregar atención oportuna y de calidad a nuestra población, entendiendo nuestras carencias en cuanto a la capacidad de instalaciones y la permanente falta de recurso humano; tuvimos que reinventarnos forzosamente en muy poco tiempo para no dejar a nuestros pacientes abandonados y cumplir responsablemente con nuestro rol profesional.

La situación vivida en la atención tanto hospitalaria como ambulatoria, así como las restricciones de movilidad, aforos, uso de materiales, adaptaciones de infraestructura, etc., nos desafía a poner lo mejor de nuestras potencialidades para disminuir el impacto terapéutico que sufrirán nuestros pacientes. Nos enfrentamos a cambios de paradigmas en el proceso de atención de pacientes y posiblemente un desarrollo profesional que se vislumbraba para 10, 15 o 20 años más, se encuentra hoy aquí, exigiendo a los equipos una adaptación acelerada en el aprendizaje y uso de las tecnologías para su adecuada aplicación en la atención a distancia.

Conceptos tal vez lejanos y  tan distantes como tele rehabilitación y teleconsulta, así como, plataformas tecnológicas que tal vez sólo usábamos esporádicamente en el ámbito clínico, como ZOOM, Whatsapp, Facetime, Meet o tantas otras, hoy se han convertido en herramientas terapéuticas indispensables para el acceso y oportunidad en la atención, obligando a que el desarrollo e innovación en estas línea de trabajo se reconvierta aceleradamente en una necesidad critica más que un lujo económico.

Junto a lo anterior, la transformación de un profesional en constante movimiento, dinámico y muy de contacto, hacia un profesional con más horas de escritorio (para la revisión de videos, encuestas, preguntas y comentarios de nuestros pacientes en relación a su proceso terapéutico), con mayor búsqueda de estrategias para motivar y fidelizar pacientes a los objetivos  terapéuticos a distancia, así como la necesaria auto exigencia para mejorar  los procesos evaluativos y de prescripción de ejercicio terapéutico, sean éstos presenciales o a distancia, el desarrollo de nuevas formas de evaluación y sobre todo de los procesos de capacitación, nos enfrenta como profesionales a un cambio acelerado de paradigma al cual, si no nos subimos quedaremos retrasados, ya que volver a la normalidad, al menos en un corto plazo es algo para lo cual debemos tener paciencia.

Hoy, fuera de los nuevos paradigmas, y la necesaria adaptación a ellos, que nos exige nuestro correcto desempeño profesional, no podemos desconocer que las herramientas aprendidas no sólo nos facilitarán el acceso y oportunidad en la atención de pacientes, sino que también nos permitirán mejorar la gestión clínica a través del uso adecuado de ellas, considerando que factores como productividad, calidad y seguridad en la atención, implementación de nuevos recursos tecnológicos, implementación de espacios adecuados para realizar tele rehabilitación, desarrollo de nuevas formas de medir el impacto sanitario, implementación de los protocolos terapéuticos correspondientes, así como el nuevo diseño de procesos de atención serán en los próximos meses y años un desafío en términos de administración y gestión en nuestro quehacer profesional.

Debemos adaptarnos a los tiempos que corren, nos guste o no ya estamos en el futuro y posiblemente las caricaturas como la serie de dibujos animados “Los Supersónicos” no estaban tan equivocados, lo que nos lleva a preguntarnos  ¿qué pasará con desarrollos como prótesis robóticas, desarrollo de chips biointegrados, realidad virtual, etc.? y ¿cómo nos adaptaremos como profesión al desarrollo de la ciencia y tecnología que viene?, materia por cierto parte de una discusión de corto plazo.