El proyecto del Instituto Profesional y Centro de Formación Técnica en Rancagua contempló dos meses de clases para personas mayores en distintas carreras de su oferta académica.

Actividades de memoria, lógica, concentración y expresión artística con las carreras del área de educación o conocer sobre redes hidráulicas y energéticas con las carreras Técnico en Construcciones Civiles y Construcción Civil fueron algunas de las clases contempladas en el proyecto “Aulas Abiertas, Mechones Mayores” de Santo Tomás Rancagua.

Junto con promover un bienestar a nivel cognitivo y físico de las personas mayores, el objetivo de esta iniciativa es también generar aprendizajes bidireccionales, a través de la vinculación con los estudiantes tomasinos. “Uno de los temas iniciales fue reconocer también que estamos en una sociedad que subestima o minimiza a nuestros adultos mayores, pero son personas muy empoderadas, que pueden aportar mucho y más que cualquier otra persona”, indicó la directora de carreras del área Ciencias Sociales, Esperanza Faúndez, quien además coordina este proyecto.

La iniciativa contó con el apoyo del Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama), cuya coordinadora Regional, Karin Ortiz Cepeda, reafirma esta visión: “Las personas mayores tienen todavía mucho que entregar a la sociedad. Cuando hicimos el lanzamiento los teníamos a todos muy atemorizados, venían de paseo y hoy sin duda se han tomado este espacio. Son gestores de lo que hoy día nosotros podemos disfrutar, y es justo y es necesario que sigan formando parte de ello”.

A clases en pareja

Un total de 40 adultos mayores recibieron sus diplomas tras finalizar las clases en las “aulas abiertas” de Santo Tomás. Fueron 54 horas pedagógicas que contemplaron también clases de higiene oral y protésica con la carrera Técnico en Odontología, primeros auxilios con Técnico en Enfermería; flexibilidad y fuerza con el área Actividad Física y Deportes, y de perspectiva de género con la carrera Servicio Social.

Inés Elmes Serrano realizó este recorrido formativo junto a su esposo Arturo Briones. “Nuestro tema era la universidad, le decíamos a los demás que estamos dentro de la universidad, ya no pasamos por afuera. Desde el recepcionista, los alumnos, los profesores, el Rector, nuestra jefa de carrera, hubo mucha preocupación, nosotros aprendimos y no sólo quedamos aquí, tenemos que seguir estudiando en la casa, tenemos harta tarea”, asegura ella, mientras él complementa: “Fue una bonita experiencia, porque además de estar con gente que yo no conocía, fue volver al pasado. Nosotros los antiguos tenemos otro pensamiento, pero estamos con nuestros pares y nos sentimos bien acogidos”

El proyecto de aulas abiertas se enmarca en la nueva política de Vinculación con el Medio de Santo Tomás que busca que la institución sea un agente activo en el beneficio de la comunidad donde se inserta, siendo clave mantener este vínculo para que sus alumnos desarrollen experiencias prácticas y pertinentes a su entorno.