¿Te sorprendería saber que, según estudios, el 65% de los chilenos padece alguna patología de piso pélvico y que, de ellos, sólo el 25% consulta a algún especialista?

¿Sabes sobre los efectos de esta enfermedad que afecta a todo el ciclo vital y en gran parte a deportistas?

Pamela Espinoza Pulgar, Jefa de Carrera de kinesiología de la Universidad Santo Tomás Los Ángeles, quien además es una de las dos kinesiólogas especialistas en rehabilitación de piso pélvico de esta comuna, explicó que esta condición, hasta hace muy poco se conocía y trataba en nuestro país.

Piso pélvico es un músculo que está ubicado en la cavidad pélvica, en la parte inferior de nuestro cuerpo y lo que hace es dar sostén a los órganos pélvicos, que son la vejiga, el útero y el recto evitando que se caigan o desciendan y además producir un adecuado cierre de lo esfínteres. Por este motivo, cuando este músculo está debilitado o deja de funcionar, los pacientes empiezan a presentar patologías como incontinencia fecal, incontinencia de orina o prolapso, que es cuando los órganos pélvicos se asoman por el canal vaginal” explicó la profesional.

Si bien es cierto que esta patología se da principalmente en mujeres de avanzada edad o con obesidad, que hayan tenido partos normales o por cesáreas, con bebes con un peso mayor a 3 kilos 500 gramos o que hayan necesitado instrumentalización o sufrido episiotomías, también la padecen deportistas que acostumbran a entrenar con sobrecarga en esta musculatura. “Por ejemplo, no es normal que en el entrenamiento deportivo de crossfit o en el levantamiento de pesas caigan gotitas de orina” subrayó la Kinesióloga.

Agregó que estos esfuerzos, con el tiempo generan una disfunción de piso pélvico, por lo que, para prevenir estas futuras lesiones, no basta con realizar un fortalecimiento de la musculatura perineal, sino que, además los deportistas deben realizar una adecuada respiración y coordinación abdominoperineal. De esta manera recomendó que, “deben llevar a cabo ejercicios localizados de la musculatura, que se llaman ejercicios de Kegel. Con cinco minutos diarios de este ejercicio, donde debe aprender a contraer y relajar la musculatura, se podría prevenir futuras lesiones o disfunciones pelviperineales”.

Además, es importante destacar que deben evitar realizar maniobras de Valsalva, ya que al hacer fuerzas y retener aire, aumentan la presión abdominal y esta se transmite a la musculatura de piso pélvico produciendo su deterioro. Por esta razón cada vez que se realicen fuerzas deben contraer la musculatura perineal y al mismo tiempo realizar espiraciones prolongada.

La especialista explicó que a los hombres también pueden sufrir esta patología, pero la reacción de ellos es diferente a la de las mujeres, porque el músculo, en vez de estar debilitado, se contrae.  “Esto ocurre porque retienen orina o por presentar hiperplasia prostática. Para ellos, la recomendación es no aguantar la orina cuando tengan deseo de miccionar. También si es un paciente que va poco al baño, debe ir cada dos o tres horas al baño, tenga o no tenga deseo, porque la vejiga siempre tiene un residuo post miccionar de 150 ml, entonces si el paciente no tiene ganas y va al baño, lo más probable es que siempre va a eliminar algo. Otra indicación es evitar alimentos que son irritantes de la vejiga, como el café, el mate, el té, los condimentos, los chocolates, cervezas y el cigarro” comentó.

¿Cuándo se debe consultar al Kinesiólogo?

Pulgar fue enfática en señalar que la patología tiene resolución kinésica cuando está en las primeras etapas, “por ejemplo, cuando las gotitas de orina que caen son leves y no todos los días, o cuando el órgano todavía no sale del introito de la vagina. También, si se tienen los primeros síntomas de la incontinencia fecal, ese es el momento en que el kinesiólogo puede hacer algo y nosotros los rehabilitamos a través de entrenamiento muscular de piso pélvico, biofeedback, aplicación de corrientes intracavitarias, o neuromodulación del tibial posterior, que se colocan en un nervio del pie y que viajan desde el miembro inferior, hacia la musculatura pélvica y de la vejiga” aclaró.

Pero también la rehabilitación tiene que ver con el entrenamiento muscular del piso pélvico, que son ejercicios de fortalecimiento o relajación, de acuerdo a lo que necesita el paciente, asociado también a las conductas posturales y a un adecuado entrenamiento de la cavidad abdominal y de la cavidad pélvica, evitando siempre hiperpresiones en la cavidad abdominal.

En esta línea, mencionó que se deben orientar las posturas, en cuanto a “cómo debe respirar, cómo debe defecar, cómo debe toser, cómo tiene que contraer la musculatura cuando realiza una fuerza, qué entrenamientos tiene que tener para ir al baño; es decir, no sólo es el ejercicio de contraer y relajar la musculatura, sino que es una educación tanto de la postura, vesical y del control defecatorio” puntualizó.

Prevención de la enfermedad

En torno a qué acciones realizar para prevenir esta patología, la profesional hizo hincapié en relación a la educación de conductas miccionales y defecatorias y también respecto de la ingesta adecuada de líquidos y alimentos. “Se debe evitar el consumo de alimentos irritantes, como los mencionados anteriormente. La gente cree que, por tener la patología, no debe consumir agua y no es así, debe consumir entre 1,5 a 2 litros de agua, ir al baño cada dos o tres horas, no consumir estos alimentos prohibidos que te mencioné, no realizar deportes que generen hiperpresión, e idealmente no consumir líquidos dos horas antes de dormir” manifestó.

Asimismo, aconsejó, que en caso de tener o presentar síntomas, las personas se atrevan a consultar al especialista en piso pélvico, “porque hay mejora, hay ayuda. Por ejemplo, de mis diez pacientes que veo, todos se rehabilitan. Esto les cambia la calidad de vida, se atreven a tener relaciones sexuales nuevamente, se atreven a salir de la casa y vuelven a hacer sus actividades de la vida diaria de forma normal” finalizó.