Desde el mes de enero, cuando se inició el proceso de inoculación contra el SARS-CoV-2 en el Estadio Diaguita, los jóvenes orientan y guían a los pacientes para que puedan recibir sus vacunas.

“Nos sentimos muy integrados en el proceso, vemos que somos una parte fundamental del proceso de vacunación”, comenta Valeria Santibáñez, estudiante de segundo año de Técnico en Enfermería del CFT Santo Tomás sede Ovalle, quien participa desde el mes de febrero como voluntaria en la campaña de vacunación contra el Covid-19.

Ella forma parte de los casi 80 estudiantes limarinos que, semana a semana, se turnan para asistir al Estadio Diaguita de Ovalle y colaborar en la atención de los pacientes que llegan masivamente de lunes a viernes para ser inoculados, compatibilizando sus responsabilidades académicas con su vocación de servicio.

Allí, junto a sus compañeros se encargan de recibir a las personas, orientarlas, atender sus dudas y guiarlas hasta los vacunatorios, logrando una atención fluida e informada de las personas.

Gabriela Villalobos, otra de las alumnas voluntarias comenta al respecto que, entre sus funciones está “ver los tickets para saber que vacuna les corresponde a las personas, llevarlos a los vacunatorios, porque el estadio es grande y muchas personas se pierden”.

Estas labores podrían parecer sencillas, sin embargo, Francisca Castillo, estudiante que ya se encuentra en su proceso de práctica sostiene que no es así.

“Viene mucha gente y a veces las aglomeraciones son difíciles de manejar, es un trabajo súper arduo, que se respete el  número, que los tiempos de espera no sean altos, que cada silla desocupada sea un paciente para vacunar”, comenta Castillo y agrega que también se preocupan de «las personas prioritarias, como adultos mayores, mujeres embarazadas y personas con alguna discapacidad”.

Reconocimiento de la comunidad

La labor que cumplen los futuros profesionales ha sido reconocida por la comunidad y el equipo de trabajo de la campaña de vacunación.

En este sentido Claudia Vega, enfermera coordinadora del proceso de inoculación en el Estadio Diaguita, sostuvo que “el apoyo de los alumnos ha sido de gran importancia en esta campaña, han venido a hacer una labor en el recibimiento de los pacientes, entrega de números, apoyo a los vacunatorios y la distribución completa de la gente en el estadio”.

Para Valeria Santibáñez “ha sido una experiencia muy linda de apoyar esta campaña, son años difíciles pero apoyar en un área de salud que a uno le gusta es súper hermoso, sobre todo ayudar a los adultos mayores”, a esto, la joven agrega que reciben muestras de agradecimiento y afecto de las personas que orientan, lo que les da ánimos para seguir apoyando el proceso.

Desarrollo profesional

Para los estudiantes que participan voluntariamente de la campaña, esta es una instancia relevante en su formación profesional, en la que adquieren conocimientos nuevos sobre las vacunas y los procedimientos de inoculación, al mismo tiempo que desarrollan sus  habilidades blandas.

En el caso de Gabriela Villalobos y Valeria Santibáñez, ambas son delegadas de curso y son además las encargadas de organizar semanalmente los turnos voluntarios de sus compañeros y así cubrir las necesidades logísticas del proceso.

En ese sentido, Villalobos sostiene que “hay mucho compañerismo, nos apoyamos, si llega alguien nuevo lo orientamos, hay mucho respeto entre los compañeros, el médico a cargo del proceso, la prevencionista de riesgos”.

Por otra parte, Carolina Molina, directora de la carrera Técnico en Enfermería de Santo Tomás sede Ovalle, destacó que “los alumnos de segundo año han desarrollado sus habilidades blandas, muchas veces nos concentramos en el procedimiento en las técnicas  y no en la habilidades blandas como el trabajo en equipo, manejo de conflictos, manejo de pacientes irritables, asustados, agresivos”.

Testigos del proceso de vacunación

Los estudiantes de Técnico en Enfermería son testigos privilegiados del histórico proceso de vacunación contra el SARS-CoV-2. Durante los meses que llevan trabajando como voluntarios han visto cómo la población se ha comportado frente al llamado masivo a vacunarse.

Según narra Valeria Santibáñez, al inicio de la campaña “se observaba que los adultos mayores venían con más miedo.  Luego, empezaron a cambiar las generaciones de acuerdo al calendario de vacunación y disminuyó la afluencia de personas, hasta que se instauró el pase de movilidad  y empezaron a  venir más pacientes. Ha sido fantástico ver cómo avanza todo”.

La joven señaló además que los jóvenes “han sido más responsables con el proceso porque han asistido el día que les corresponde, tanto en la primera como la segunda dosis”.

Por último, las estudiantes invitaron a la comunidad a cumplir con el esquema de vacunación ya que aseveran que “el proceso es súper seguro, es fundamental disminuir los riegos de llegar a estar hospitalizados, aumentando el porcentaje de sobrevivencia de la enfermedad”.