Carrera de Fonoaudiología de UST Viña del Mar adapta al formato virtual su trabajo junto a la comunidad del barrio Limonares

A pesar de la imposibilidad de realizar talleres presenciales, alumnos y docentes han buscado distintas fórmulas para mantener el vínculo con los adultos mayores del sector.

Desde el año 2017, la carrera de Fonoaudiología de UST Viña del Mar desarrolla un intenso trabajo en beneficio de la comunidad de Limonares, barrio donde se ubican los dos edificios de la institución en la Ciudad Jardín. Considerando las restricciones impuestas debido a la pandemia de Covid-19 y que la comunidad del sector está integrada en su mayoría por adultos mayores, se tuvo que idear un formato virtual para mantener el vínculo y seguir impulsado esta labor de atención, acompañamiento y rehabilitación.

No ha sido fácil, ya que muchas de las actividades realizadas en los últimos tres años se basaban en la presencialidad. Por ejemplo, era habitual que junto a los adultos mayores del barrio se organizaran talleres de radioteatro y cuentacuentos infantiles que luego se presentaban en jardines infantiles. Estas iniciativas, que surgían como productos de la atención y seguimiento fonoaudiológico basados en la metodología de rehabilitación basada en la comunidad, han debido adaptarse a la modalidad online.

Programa de acompañamiento virtual

Pensando en la necesidad de generar espacios seguros para la realización de las prácticas curriculares de los estudiantes, se creó un programa de acompañamiento que ha permitido mantener el contacto con los residentes de la comunidad a través de la teleasistencia. Los estudiantes que desarrollan sus prácticas curriculares y sus docentes comentan que “el tipo de población al que nos enfrentamos está conformado en su mayoría por adultos mayores con pocas redes de apoyo, por lo que comenzamos haciendo un trabajo minucioso de diagnóstico comunitario, encuestas de conectividad, llamadas telefónicas, anamnesis, evaluación fonoaudiológica y confección de informes”.

Esta primera etapa de diagnóstico debía complementarse luego con intervenciones grupales e individuales de telepráctica usando la plataforma Zoom y llamadas telefónicos para no excluir a quienes no tuvieran acceso a internet. Las actividades fueron orientadas a trabajar los procesos cognitivos y la comunicación en talleres grupales y atención individual a usuarios con necesidades de atención fonoaudiológica. Además, se diseñaron cápsulas educativas de promoción y prevención en salud auditiva, comunicación, cognición y voz, las que se compartieron con la comunidad a través de la junta de vecinos.

“Nos hemos preocupado de que esto no sea algo pasajero, sino que sea sostenible en el tiempo. Estamos muy contentos y conformes con el trabajo realizado y esperamos que, al pasar las semanas, la actividades se difundan y siga aumentando el número de participantes de la comunidad a la modalidad online, tanto por Zoom como por teléfono”, relatan los fonoaudiólogos supervisores de la práctica y exalumnos de Universidad Santo Tomás, Lorena Chacana y Waldo Suárez.

Vecinos de Limonares conformes

Los usuarios también dicen estar conformes con la modalidad online. Noemí Verdejo, por ejemplo, comenta que “el trabajo ha sido excelente, ha ayudado mucho en la rehabilitación, estoy muy contenta y agradecida. Ha sido algo muy bueno y efectivo. Han trabajado con toda la familia, mi madre y mi marido. No puedo dejar de lado el trato que han tenido las estudiantes con nosotros, la preocupación que han tenido. Además, ellos como fonoaudiólogos nos han ayudado hasta en computación, para aprender a entrar a sesiones de Zoom. De verdad estamos muy agradecidos y deseosos de seguir trabajando”.

María Josefina Salinas, otra participante de los talleres grupales, señala que “las clases son bastante buenas, las actividades son lúdicas y divertidas, hay tolerancia, respeto, la pasamos muy bien durante las sesiones y las estudiantes se encuentran muy bien preparadas para trabajar con nosotros”.