Enfermera y docente adjunta de la Universidad de Chile y Magíster en Gerontología Social, además lideró el workshop sobre acciones del equipo transdisciplinario en la prevención de síndromes geriátricos.

Una de las destacadas expositoras nacionales presentes en la 3era Jornada de Investigación e Innovación en Salud (JIIS 2019) “Desafíos Interdisciplinarios para un Envejecimiento Activo” organizada por la Facultad de Salud de la UST Talca, fue la enfermera Alicia Villalobos Courtín.

Con una vasta experiencia en el trabajo con personas mayores, Alicia Villalobos es profesora adjunta de la Universidad de Chile del Departamento y Escuela de Enfermería; es Magíster en Gerontología Social; Diplomada en Docencia Universitaria, cuenta con una especialidad en geriatría de la Universidad de Nanterre; es especialista en metodología en educación de adultos del Instituto de Estudios Superiores de París y Diplomada en Geriatría y Gerontología.

Ha desarrollado su carrera profesional en el área clínica y de investigación con variadas publicaciones, además es miembro del Comité Académico de la Red de Investigación Transdisciplinarios del envejecimiento de la Vicerrectoría de Investigación de la Universidad de Chile.

En JIIS 2019, dictó la conferencia “Importancia de diagnosticar la fragilidad del adulto mayor y desarrollar estrategias para prevenir la aparición de síndromes geriátricos y la dependencia”, y también fue la relatora del workshop “Acciones del equipo transdisciplinario en la prevención de los síndromes geriátricos”. Todo ello en el marco del foco estratégico institucional de conexión e impacto en la comunidad.

¿En qué consiste el trabajo integral que se debe realizar con las personas mayores?

“Lo interesante que tiene la mirada de la geriatría es que mira con cuatro lentes. Uno que es indudablemente la parte clínica, también habla de la parte funcional y ese es el nuevo paradigma. En lo personal me motiva mucho esto porque uno ve que mucha gente ya tiene instalado el daño, pero lo que nosotros haremos esfuerzos hasta el último minuto de la vida es a mantener las funciones y ese yo creo que es el arte. Me gustó mucho el título de esta jornada porque esto se hace transdisciplinariamente, donde la geriatría tiene impactos que son, por ejemplo, las unidades especializadas que existen en algunos hospitales son gracias al trabajo en equipo. Otro ámbito es el social y siempre se debe tener presente debido a las características de las personas mayores y la cuarta área es lo cognitivo y afectivo. Todo eso hace que la atención deba ser integral cuando se trabaje con personas mayores”.

¿Cómo se puede diagnosticar la fragilidad de una persona mayor?

“Hay estudios que se vienen haciendo hace varios años y en Chile yo soy la creadora del programa en 1998 para poder hacer el control de los adultos mayores, así como se realiza el control del niño sano, por ejemplo. Para eso había que tener un instrumento y la geriatría tiene muchos, entonces creamos un instrumento para identificar a la persona frágil porque el objeto de la geriatría fundamentalmente debe ser ahí, en la fragilidad antes que caiga en la dependencia. Nosotros creamos el EFAM que es relación funcional del adulto mayor y es lo que se aplica actualmente en todos los establecimientos de atención primaria. El problema es que lo diagnosticamos, pero no tenemos todavía una intervención. Ha sido muy difícil el cambio en el paradigma y en los equipos que entiendan que esa persona si no hacemos la intervención como equipo, va a caer en un síndrome geriátrico y de ahí a la dependencia. De hecho, en los últimos años, a mi parecer, la dependencia ha aumentado mucho”.

¿Cuáles son los síndromes geriátricos y de dependencia en las personas mayores?

“El síndrome geriátrico más grande de todos son las caídas, hoy se ve que es una de las primeras causas de muerte porque cae la persona mayor y empieza a disminuir sus funciones si es que no se hace una intervención. Este es un gran tema y en la universidad se ha creado la primera clínica de caídas en el Hospital J. Aguirre, tenemos un equipo donde se pone al adulto mayor y la máquina identifica por qué se cae, dónde está la falla. También se incluyen en los síndromes geriátricos las úlceras por presión, las demencias, las incontinencias y otros. Pero de todos el que tiene más prevalencia y genera más dependencia si no se trata, es la caída”.

¿Cuáles son las principales estrategias para prevenir la aparición de síndromes geriátricos y de dependencia?

“El envejecimiento es un tema del ciclo de vida, nosotros trabajamos desde in útero hacia adelante, entonces deberíamos trabajar y estar mirando cuando hacemos desarrollo psicomotor con los niños y cuando vemos las fallas de lenguaje en los niños, decimos bueno, esto va a repercutir después si no intervenimos. El cerebro cuando tiene mayor plasticidad es entre los 0 y los seis años, entonces si no hacemos una buena intervención ahí ya estamos limitando al ser humano. Y después la educación es fundamental”.

¿De qué depende ofrecer a las personas mayores una mejor calidad de vida?

“En Chile el hecho que hayamos llegado a una esperanza de vida de 82 años es espectacular, estamos con la misma esperanza de vida de Estados Unidos, y allá pone mucha más plata que nosotros en salud. En nuestro país el hecho de que la atención sea universal, es decir, que hasta en el último poblado de Chile exista una estación médico-rural, eso ya da un impacto, aunque la calidad podría mejorar. Está lo que hace salud, pero también lo que hacen los municipios y algunos hacen mucho”.