Jéssica Reyes es conocida por su constante defensa hacia el mundo de la apicultura; con el paso del tiempo descubrió aquí no solo un nicho para emprender, sino que también la oportunidad para hacer un aporte real y concreto al mundo de las abejas en el Maule.

No es fácil hacer camino para emprender y menos aún cuidar el entorno que resulta cada vez más amenazado por la falta de materia prima para ejecutar las ideas de negocio y con ello posesionar en el marcado un producto de calidad que vaya de la mano del reconocimiento nacional por cumplir con estándares que exige la normativa vigente.

“Este es un largo camino que hemos recorrido como familia y donde el apoyo de Sercotec a través del Centro de Negocios Linares, que opera la Universidad Santo Tomás se ha hecho parte acompañándome en el asesoramiento y eligiendo juntos el mejor camino para aspirar a los mejores resultados. He podido construir algo mucho más que un negocio, si bien trabajo la miel; pero lo hago cuidando su medio ambiente y preservando su entorno; esa es mi principal fortaleza”, señala Yésica, responsable de Agroapícola Rabones.

Dentro de los productos que elabora en su procesadora se encuentran miel, polen, propóleo, línea de miel gourmet con super alimentos y la diversificación de producto en el área de cosmética artesanal, donde siempre la estrella es la miel y el propóleo, que la gente ha aprendido a utilizar y lo busca por salud y para fortalecer su organismo.

Al Centro de Negocios, llegó a través de redes sociales y un aviso que hablaba de la ejecución de talleres para emprender; “ese fue el gancho que me trajo acá y que hasta hoy agradezco, ya que siempre se aprende algo nuevo y más importante aún, puedo compartirlo con otras personas que tienen mis mismos intereses. Ha sido clave para realizar mi trabajo de marketing, penetrar en las redes sociales, inscribir mis marcas, o recibir herramientas para exportar de manera exitosa por nombrar algunas áreas”.

Y aquí algo clave; “en sus charlas y contacto con sus asesores he podido ir aprendiendo a preparar mis propios proyectos, y con el tiempo, los he ido preparando y presentando y obteniendo buenos presento y he obtenido buenos resultados. Me entregaron todas las herramientas para aprender a pescar”.

¿Pero qué se viene ahora para esta emprendedora linarense?, y su respuesta no se hace esperar ni un segundo. “Seguir proyectando el emprendimiento y haciéndolo en términos sostenibles, amigable, conscientes con el ecosistema, rindiendo tributo a las abejas que hacen su trabajo recolector”.

Y esto va acompañado de un trabajo social, porque Yésica Reyes, a través de Agroapícola Rabones proyecta educación en sus trabajos sobre lo que es el mundo de las abejas, entregando un relato a los clientes sobre cómo se comportan, la necesidad que tienen para el planeta, para la biodiversidad para la seguridad de la producción de alimentos, “donde esperamos en un futuro próximo tener una granja apícola con mejores implementaciones que es lo que hemos ido apuntando para seguir haciendo apiturismo y que también sea un lugar de encuentro, de educación y de preservación y cercanía con las abejas”.

Agroapícola Rabones se dedica a la producción de la miel y no presta el servicio de polinización  como lo hace la mayoría de los apicultores donde igual las colmenas se contaminan con agrotóxicos, buscando ubicar las colmenas en aquellos lugares donde preferencialmente haya la menor invasión humana ya sea precordillera, cordillera y abundante bosque nativo con praderas silvestres para darle una identidad a la miel y también una denominación de orígenes y disfrutar de sus bondades.

Quienes deseen conocer la historia de Yésica o encargar sus productos pueden contactarla a través de Facebook en  “apicolarabones” o en su Instagram como @agroapicola_rabones