Pilar Inostroza: “la gastronomía es ponerle amor a las cosas”

La estudiante de tercer año de Gastronomía en Santo Tomás Concepción, tuvo un 2019 muy intenso, marcado por su participación en mentorías y también como parte del proyecto INCUBOX.

Desde que era pequeña, Pilar Inostroza tuvo un fuerte vínculo con la comunidad. A temprana edad acompañaba y ayudaba a su abuela a dictar cursos de cocina en talleres para los vecinos de su barrio, y más adelante, junto a un grupo de voluntarios, repartía comida a las personas en situación de calle.

Desde joven Pilar también tuvo muy claro que quería estudiar Gastronomía y dedicarse a este rubro, aunque lo único que la hizo dudar, fue su gusto por enseñar. Pese a esto, y dado los buenos comentarios que recibió de la carrera de Gastronomía del Centro de Formación Técnica de Santo Tomás, se matriculó e inició lo que sería una etapa llena de desafíos y un fuerte compromiso con la ayuda social.

INCUBOX y mentorías

Uno de estos desafíos llegó a mediados del año 2019, momento en que sus docentes la invitaron a participar del proyecto INCUBOX, el cual reunió a carreras de distintos ámbitos -entre los cuales se encontraba Gastronomía Internacional y Nacional Chilena-, con el fin de ayudar a personas en situación de calle de la Residencia Roberto Paz de la Corporación Catim.

Allí, Pilar se dedicó a dictar talleres de cocina para los residentes, baja la supervisión de sus docentes, y pudo poner en práctica la vocación de educar que siempre tuvo latente.

“Fue muy gratificante que los profesores me invitaran a mí a participar de este proyecto, y a la vez, también fue muy lindo el vínculo que se creó con los participantes de los talleres, verlos esperar entusiasmados las clases con sus delantales e implementos, preparar las recetas con dedicación y mostrar las preparaciones a sus amigos o parejas”, comenta Pilar.

Pero eso no fue todo para la estudiante de Gastronomía, ya que, viendo esta misma dedicación y gusto por enseñar a los demás, los docentes de la carrera la seleccionaron para participar en el programa de mentorías, orientado a apoyar y acompañar a los estudiantes de primer año con dificultades académicas.

Lo que más destaca Pilar de esta experiencia fue poder ayudar y enseñar a otros, y sentir que pudo aportar en la vida de otras personas. “La oportunidad de participar apoyando a dos compañeros de la carrera fue una experiencia que me dejó muy contenta. Si bien en un comienzo los alumnos se mostraron un poco reticentes a la ayuda, más tarde forjamos una relación de confianza muy bonita, donde ellos me consultaban sus dudas, los acompañaba en ciertas clases y finalmente resultó una mejora en sus situaciones académicas y también en sus relaciones sociales”.

Desafíos futuros

Ad portas de iniciar la última etapa de su carrera, con su práctica profesional, Pilar resume estos dos años en Santo Tomás como “intensos y llenos de aprendizaje”, agregando que, “valoro sobre todo la relación con los profesores, porque siempre estuvieron ahí para apoyarnos, guiarnos y entendernos, pese a cualquier dificultad. Y porque más allá de las enseñanzas teóricas, rescato los valores que te inculcan, que hacen de la carrera una experiencia enriquecedora”.

Y sobre su futuro, Pilar lo tiene muy claro y señala que “terminar la carrera no significa que todo terminó ahí. Para mí, esto es el primer paso de una escalera enorme. Mi idea es trabajar y seguir perfeccionándome en el área de la pastelería y la repostería, y como todo Chef, por supuesto que tengo en mente el desafío de conseguir algún día una estrella Michelin”.