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UST realiza segundo Foro a días del Plebiscito ConstitucionalVulnerabilidad académica estudiantil: El rol de las Instituciones de Educación Superior
Seminario Internacional organizado por el Instituto Profesional Santo Tomás abordó la pertinencia de contar con mecanismos que apoyen la equidad de resultados en los procesos formativos de los y las estudiantes.
La deserción estudiantil es un problema de gran trascendencia para los sistemas educativos, la gestión institucional, las políticas públicas y la sociedad en general, en particular para aquellos que, en tanto estudiantes desertores, ven truncadas sus oportunidades de desarrollo académico y profesional. Es en este contexto, en el que, a través del seminario de investigación, se ha profundizado en la comprensión del fenómeno, en específico, en uno de los niveles educativos más sensibles y al mismo tiempo menos abordados por la literatura en Chile, tal es el caso del subsistema de educación superior técnico profesional. El desafío cobra mayor relevancia en un escenario marcado por la diversificación social en el acceso a la educación superior y un crecimiento sostenido de la matrícula en los planteles formadores. A su vez, la Ley N.º 21.091 sobre educación superior, busca transitar hacia un sistema educativo más equitativo e inclusivo, conforme a la realidad nacional y al perfil de quienes ingresan a la educación terciaria.
Permanencia estudiantil y perfil de ingreso
Con un modelo pedagógico centrado en el estudiante y en su experiencia transformadora, el Instituto Profesional (IP) Santo Tomás llevó a cabo el Seminario Internacional “Educar para Transformar: Gestión Dinámica de la Vulnerabilidad Académica”, con el propósito de generar un espacio de reflexión en torno a la temática e instalar la pertinencia de contar con mecanismos institucionales que contribuyan a la equidad de resultados en los procesos formativos de los estudiantes, con miras al favorecimiento de políticas públicas en educación superior.
El evento se desarrolló de manera online y contó con la participación del Rector Nacional del IP-CFT Santo Tomás, Juan Pablo Guzmán; la Jefa de División Educación Técnico-Profesional del Ministerio de Educación, Mónica Brevis; el Vicerrector Académico del IP-CFT Santo Tomás, Juan Carlos Erdozáin; el Vicerrector de Educación Experiencial de la Universidad Tecmilenio, Luis Gutiérrez; el investigador de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, Manuel Cepeda y la Directora General Académica del IP-CFT Santo Tomás, Pamela Castro.
“Hoy, probablemente el mayor desafío del sector es avanzar en la conclusión de estudios de este diverso perfil de estudiantes y reducir la inequidad que se observa cuando se controla por características de vulnerabilidad”, señaló Juan Pablo Guzmán, Rector Nacional del IP-CFT Santo Tomás, quien también integra el Comité de Acceso del sector Técnico- Profesional y preside la agrupación de planteles técnico-profesionales Vertebral.
El desafío mencionado por el Rector Nacional, en el IP Santo Tomás se inició hace unos años atrás con el Modelo de Acompañamiento al Estudiante denominado “Educar para transformar” que se encarga de atender las condiciones de entrada de sus cerca de 25 mil estudiantes a través de cinco etapas: preingreso, diagnóstico y nivelación, formativa y evaluativa, logro del perfil de egreso y formación continua.
Modelo explicativo-predictivo
En su presentación denominada “Diseño, implementación y evaluación de impacto de un modelo explicativo-predictivo como estrategia de intervención y apoyo estudiantil en el IPCFT Santo Tomás”, el Vicerrector Académico de dichas instituciones, Juan Carlos Erdozáin, compartió una reflexión en torno al fenómeno de la permanencia estudiantil en la educación superior técnico profesional (ESTP), junto con la propuesta metodológica del trabajo implementado en el plantel, el que tuvo como resultado la creación de un modelo explicativo-predictivo de la deserción y el desarrollo de estrategias de intervención.
La investigación se realizó a través del método mixto de tipo secuencial explicativo, utilizando principalmente el procedimiento cuantitativo, que permitió obtener un indicador de vulnerabilidad capaz de ranquear el estado de cada uno de los estudiantes para la toma de decisiones de intervención. Para ello, se consideraron tres etapas en el acceso a la información del estudiante: el momento de matrícula; durante el acompañamiento y en el cierre del segundo semestre. Lo anterior dio lugar a tres modelos a partir de los cuales se obtuvo el algoritmo de clasificación y sobre el cual se programa la matriz de acciones.
“La propuesta nos permitió concluir que la deserción no solo es un fenómeno multivariable, sino que es un fenómeno dinámico que va evolucionando a medida que el estudiante va desarrollando su experiencia estudiantil”, indicó el Vicerrector.
Evaluación de impacto del programa
En 2016 la Institución comenzó la fase de intervención, a través de una serie de acciones de acompañamiento y de nivelación para -posteriormente- aplicar la evaluación de impacto del programa. Se observó que la retención en estudiantes en riesgo de deserción intervenidos fue significativamente mayor (55%) que la de aquellos que no lo fueron (19%), constatando un fuerte impacto en los dos últimos deciles de mayor vulnerabilidad. “La evaluación demuestra la efectivad de la intervención temprana de los estudiantes en riesgo y se observan diferencias muy significativas en el impacto del programa a nivel de jornada y, en menor medida, duración de la carrera y género”, señaló el Vicerrector. Por otro lado, el estudio cualitativo permitió relevar los factores de deserción asociados a variables económicas, académicas, socioafectivas, institucionales y contextuales de los estudiantes.
Panel de conversación
Para finalizar la jornada, se llevó a cabo un panel de conversación en el que participaron Manuel Cepeda, investigador de la Universidad Católica de la Santísima Concepción y Luis Gutiérrez, Vicerrector de Educación Experiencial de la Universidad Tecmilenio de México. Durante el espacio, ambos expositores abordaron la pertinencia de contar con instrumentos de apoyo estudiantil, a nivel institucional como de políticas públicas, para la contribución de la equidad del sistema educacional.
Durante su intervención basada en la investigación “Propuesta metodológica para la obtención de un Indicador Nacional de Vulnerabilidad Académica: un insumo para políticas públicas y procesos de acreditación con foco en la equidad”, Cepeda se refirió a la política de gratuidad como una que permite más acceso y movilidad social a un nuevo grupo, implicando también el ingreso de personas con mayor vulnerabilidad académica. “Un estudiante más vulnerable académicamente tiene una mayor probabilidad de deserción, y en caso de que termine sus estudios, probablemente le tomará más tiempo hacerlo. Si queremos cuantificar la vulnerabilidad académica, debemos saber de qué manera los elementos de riesgo se correlacionan con el rendimiento académico”, dijo. De esta manera, Cepeda relevó la necesidad de identificar un indicador nacional que permita cuantificar la vulnerabilidad académica.
Por último, el Vicerrector de Educación Experiencial de la Universidad Tecmilenio dio a conocer un nuevo instrumento implementado a causa de la pandemia llamado “VINI” (Valoración Inicial de Nuevos Ingresos) que permite detectar estados de estudiantes nuevos a través de “botones rojos” y que tiene tres objetivos: accionar de manera inmediata el seguimiento para los alumnos que tienen necesidades específicas; contar con un perfil integral de los estudiantes en su cuarta semana de ingreso y proporcionar al equipo de mentoría de una herramienta diagnóstica para ofrecer un servicio personalizado. “Las intervenciones la trabajamos desde cinco aspectos para hacer que el estudiante valore su permanencia en la universidad: desarrollo de competencias, madurez social, vivencia memorable, acompañamiento cercano y bienestar estudiantil”, agregó Gutiérrez.
Juan Carlos Erdozáin
Vicerrector Académico IP-CFT Santo Tomás
“Los hallazgos obtenidos constituyen una oportunidad para la mejora de la gestión institucional; y, de acuerdo con los criterios de rigor analizados, contribuir a una mejor comprensión del fenómeno a nivel sistémico y al diseño de políticas públicas en ESTP, tanto desde la perspectiva de la complementariedad con el sistema de acceso y del aseguramiento de la calidad, como de la diversificación de incentivos públicos y privados”.
Mónica Brevis
Jefa de División Educación Técnico-Profesional del Ministerio de Educación
“Estamos conscientes que hay muchas brechas en los perfiles de ingreso de los estudiantes, y que las instituciones de educación superior, Centros de Formación Técnica e Institutos Profesionales, deben hacerse cargo de sanar esas brechas para poder asegurar el cumplimiento del perfil de ingreso”
Manuel Cepeda
Investigador de la Universidad Católica de la Santísima Concepción
“Para propender a una igualdad de oportunidades de éxito en la educación superior, creemos que sería muy útil construir un mapa nacional de vulnerabilidad académica. Para ello necesitamos alguna medida, un indicador. Así podremos saber de manera objetiva de qué estudiantes se está haciendo cargo cada institución”
Luis Gutiérrez
Vicerrector de Educación Experiencial de la Universidad Tecmilenio de México
“Para cada tipo de estudiante buscamos adaptar el tipo de acompañamiento al momento, donde vamos desde un Líder de Generación que guía la inscripción de materias, hasta un Coach de Éxito que lo que asegura es que el estudiante se mantenga activo en nuestras redes y sesiones de trabajo”
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