El grupo, conformado por distintos estudiantes de Santo Tomás Concepción celebra un año desde su formación, en 2019, con grandes hitos y proyectos a futuro.

El voluntariado Quillahue, cuyo nombre significa “lugar que ayuda” en mapudungún, se concreta en el 2019 como un sueño de muchos estudiantes que asistían a los voluntariados de invierno y verano de Santo Tomás Concepción y que querían continuar desarrollando actividades solidarias a lo largo del año. En ese entonces, con la ayuda de un fondo concursable de la Dirección de Asuntos Estudiantiles, se pudo organizar un cronograma de actividades y comenzar a funcionar de manera permanente.

“El grupo Quillahue es un orgullo para nuestra sede ya que parte por iniciativa de los alumnos agrupados principalmente en trabajos voluntarios y que posteriormente se ha ido ampliando a diferentes apoyos sociales. Desde sus inicios se ha colaborado mutuamente con la DAE, ha sido una grata experiencia y para nuestros alumnos es un nuevo aprendizaje de liderazgo en acción social”, valora Renato Ríos, Director de Asuntos Estudiantiles de la sede Concepción.

Hoy, el voluntariado está formado por 40 estudiantes provenientes del Instituto Profesional, Centro de Formación Técnica y de la Universidad, quienes a pesar del contexto sanitario actual, han continuado organizándose y desarrollando actividades solidarias. Así lo comenta Juanita Linco, estudiante de Enfermería, quien preside la agrupación.

“A pesar de que no podemos realizar actividades de forma presencial, hemos buscado la forma de llegar a las personas, especialmente al personal de salud y adultos mayores. Así lo hicimos con la campaña “Amor en Acción”, que consistió en enviar cartas de apoyo dirigidas al personal de salud y personas mayores de dos establecimientos, la cual tuvo muy buena acogida”.

Hitos

Quillahue, explica Juanita, ha realizado durante este año de funcionamiento, trabajos voluntarios tanto en el área social como también medioambiental. En este sentido, destaca como hitos la reforestación de mil árboles nativos, formar parte de los talleres de Verano Teletón y la campaña Amor en Acción.

Estas experiencias resultan transformadoras tanto para los voluntarios como para quienes reciben el apoyo, y así lo destaca Bryan Oporto, estudiante de Construcción Civil y voluntario de Quillahue. “Participar del voluntariado ha sido una experiencia gratificante, sobre todo porque he aprendido que con un par de manos se pueden hacer muchas cosas bonitas, desde construir viviendas durante los voluntariados de invierno y verano, hasta la reforestación de un parque. La máxima recompensa de ser parte de Quillahue es ver las caras de felicidad de aquellas personas y familias a las que logramos contribuir”.

Así lo manifiesta también Juanita, quien a pesar de este año complejo, destaca el entusiasmo de quienes forman parte de Quillahue y el compromiso con los objetivos del grupo. “El nombre del voluntariado refleja exactamente lo que somos, un grupo de estudiantes que busca contribuir en el bienestar de las personas, sacar sonrisas, dar alegría a aquellos que más lo necesitan. Cada voluntario entrega algo muy valioso para Quillahue, tiempo, dedicación y amor en cada actividad realizada, con ello nos damos cuenta de que todos tenemos algo para entregar al mundo”.

Proyectos

Tras este primer año que celebran, los miembros del voluntariado permanente de Santo Tomás Concepción planifican algunos proyectos para el próximo año. Se trata de “Historia del Voluntariado”, iniciativa que tiene como propósito relatar la trayectoria que ha tenido Quillahue de tal manera la comunidad que forma parte de Santo Tomás pueda saber de la agrupación, de sus inicios y de las distintas actividades que se han realizado hasta el presente. La idea, explica Juanita, “es recordar a todo estudiante que ha formado parte de esta hermosa labor y que cada año se escriban nuevas historias”.