Concepto de “Inclusión radical” en educación fue planteado en seminario realizado en UST Viña del Mar

Jornada que propone la convivencia inclusiva universal fue organizada por la carrera de Educación Diferencial, el centro CIEDUCA y la Corporación Altavida.

“Didáctica para estudiantes con desarrollo típico y diverso desde un paradigma de Educación Respetuosa y Convivencia Inclusiva Universal”. Título extenso para un seminario que, según sus expositores, podría haberse llamado simplemente “Convivencia Inclusiva Universal”, pues las presentaciones giraron en torno a ese concepto. Concepto que parece simple de entender, pero que cuesta demasiado llevar a la práctica.

En el encuentro organizado por la carrera de Educación Diferencial de UST Viña del Mar, el centro CIEDUCA de UST y la Corporación Altavida en el aula magna de la sede Uno Norte de Santo Tomás Viña del Mar expusieron Marcela Villegas, directora del colegio Altavida, y José Perich, fundador del colectivo Autismo Chile.

Marcela Villegas afirmó que el desafío actual es avanzar desde la Educación Especial a la Educación Inclusiva, pero el gran problema que impide esa transición “es nuestro propio sistema de cultura inclusiva”.

Inclusión radical

“Asegurar la inclusión desde la escuela especial es muy complejo. Lo que debería pasar es que avancemos desde la integración escolar a comunidades educativas inclusivas, pero eso no es fácil. Por ejemplo, los mismos padres dudarían en sacar a sus hijos de una escuela especial para llevarlos a una regular, no lo encontrarían razonable, pensarían que lo están arriesgando innecesariamente”, indicó la educadora diferencial.

A pesar de este panorama, la directora del colegio Altavida apostó por una “inclusión radical” que permita que todos los niños puedan convivir en una misma aula, sin necesidad de diferenciarlos por su condición.  Por lo mismo, comentó que Altavida se encuentra en pleno proceso de conversión desde una escuela especial a una escuela regular.

“La educación solo será inclusiva cuando la inclusión sea universal, es decir, cuando todas y todos los estudiantes accedan a un mismo sistema educativo y los apoyos sean brindados en un mismo emplazamiento”, resumió.

Marcela Villegas realizó una demostración práctica durante su exposición.

Marcela Villegas durante su exposición.

Emoción y aprendizaje

Luego fue el turno de José Perich, cuya exposición versó sobre “Emoción, enseñanza y aprendizaje en contextos educativos inclusivos”. En su charla, explicó que “sin emoción no hay aprendizaje”, pero advirtió que este concepto no se aplica solo a los niños del espectro del Autismo, sino que para todos.

“La educación emocional intencionada no es solo para el autismo, sino también para los niños neurotípicos, que también deben aprender a autorregular las emociones y eso queda claro en la violencia de la juventud actual. La desregulación emocional, como concepto, ya no es solamente propio de las ‘condiciones’”, señaló.

El también colaborador de Altavida agregó que “nunca le hemos dado la importancia que se merece a los procesos emocionales en el aprendizaje, pensamos que solo se trata de reconocer las ‘caritas’ de felicidad, enojo o tristeza en un dibujo. La inteligencia emocional no es un buen concepto, es redundante porque la inteligencia siempre va a tener componentes emocionales. Por ejemplo, cuando ‘desaprendemos’ eliminamos lo que sea poco significativo emocionalmente para nosotros. Si hacer un gol en una pichanga significa más para un niño que haber resuelto bien una suma, eso es lo que va a aprender. Entonces volvemos a la idea inicial: sin emoción no hay aprendizaje”.

José Perich, fundador del colectivo Autismo Chile.

José Perich, fundador del colectivo Autismo Chile.