La instancia se realizó con el objetivo de responder a la necesidad de perfeccionamiento y aprendizaje continuo en el área.

La charla, organizada por el Diplomado de Intervención Educativa de trastorno del Espectro Autista de la Facultad de Educación de la Universidad Santo Tomás, presidido por Faviola Inostroza, se realizó en conjunto con Luz Jara, Directora de la carrera de Educación Diferencial en la UST Concepción y Claudia Cid, encargada de Postgrado de la misma ciudad, y profundizó sobre la condición del Espectro Autista desde el Diagnostic and Statical Manual of Mental Disorder, manual estadístico de los trastornos mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría. 

Elly Aravena, profesora de Educación Diferencial y Magíster en evaluación ABA en Trastorno del Espectro Autista entre otros perfeccionamientos y quien actualmente se desempeña como Directora del Centro Ágape en Temuco y como docente del programa en Santo Tomás, fue la encargada de dictar la charla. 

En la oportunidad, la expositora abordó la historia de esta condición, señalando las distintas determinaciones dadas por profesionales a partir de 1943, y destacando la amplia gama de personas con características particulares que viven dentro de esta condición. 

“Si usted conoce a una o diez personas con Espectro Autista, solo conoce a esas diez personas, y no significa que tenemos una idea acabada de lo que significa esta condición. De ahí que determinamos la individualidad y un perfil, pero solo de la persona que intervenimos”, precisó Aravena. 

En este contexto, y basada en el Diagnostic and Statical Manual of Mental Disorder (DSM-5), la profesional explicó los niveles de apoyo que requieren las personas con TEA,  lo que está basado en factores como el grado de comunicación social y comportamientos restringidos o repetitivos que presenten. De acuerdo a estas características, variará el diagnóstico y apoyo entregado. 

Así, hay tres niveles de apoyo en que una persona dentro del Espectro Autista puede requerirlo. Sin embargo, Elly Aravena hizo hincapié en que el desarrollo de estas personas no es armónico, por lo que pueden encontrarse con distintas necesidades de niveles de apoyo. 

“El DSM-5 se basa en una categorización de los grados de apoyo que va a requerir la persona. Esto es importante ya que el nivel requerido dependerá de sus habilidades y necesidades, que en este caso se basan en la comunicación social y el comportamiento restringido, pero hay además un apartado que incluye el aspecto sensorial”, detalló. 

Faviola Inostroza Pardo, Directora del Programa, expresó que la creación de este diplomado, que este año cumple su primera versión, surgió a raíz de la necesidad de atender el Trastorno del Espectro Autista con procesos consolidados y con profesionales idóneos en el sistema educativo. En este mismo sentido, destacó el interés y la numerosa participación en la charla.