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Santo Tomás Viña del Mar y El Mercurio de Valparaíso premian a los mejores puntajes del 15° Ensayo Nacional PSUSalas de simulación: nuevos espacios para el aprendizaje
La práctica hace al maestro. Es un dicho que todos conocemos y que en Santo Tomás Puente Alto se han tomado en serio. Por esta razón, desde hace un año se reemplazaron los laboratorios por Salas de Simulación; espacios equipados para que los estudiantes pongan en práctica técnicas y habilidades adquiridas durante su proceso de formación.
“Las salas de simulación son espacios diseñados para que el estudiante se someta a situaciones específicas, semejantes a las que vivirán en sus prácticas”, explica la coordinadora de Técnico en Enfermería Sandy Pavez.
“De esta forma -detalla la docente- los estudiantes trabajan en ambientes controlados, desarrollando competencias técnicas y habilidades blandas que no pueden ser vistas en un taller, con la gran ventaja que pueden cometer errores sin poner en riesgo la salud de los pacientes”.
¿Con qué están equipadas las salas de simulación?
Santo Tomás Puente Alto cuenta con 8 salas de simulación, equipadas con sistema de audio y video de gran calidad, con soporte web. Específicamente, cada sala tiene: micrófonos ambientales, mono aureales, parlantes de retorno, cámaras de amplio movimiento, un televisor y una sala espejo que permite al docente-instructor, interactuar con los alumnos y observar sus procedimientos para luego corregirlos.
“Cada simulación corresponde a un caso clínico. Para resolver esta situación, los alumnos cuentan con 10 minutos. Si los chicos se equivocan, no hay ningún castigo de por medio, sino al contrario, utilizamos ese error como aprendizaje”, comenta el profesor Arredondo.
De este modo, mediante la metodología constructivista, los alumnos adquieren nuevos conocimientos en base al pensamiento crítico y analítico, utilizando el modelo institucional basado en competencias.
“Los alumnos desarrollan competencias, corrigen y se enfrentan a situaciones que pueden ocurrir en el campo clínico y laboral. Aquí no basta sólo con realizar una técnica de enfermería; el alumno debe ser capaz de integrar los tres saberes del proyecto educativo, que son saber-conocer, saber-hacer y saber-ser, que tienen que ver el conocimiento, con las técnicas y con las actitudes aptitudinales”, enfatiza Pavez.
Salas de simulación clínica: nuevos escenarios
Tras un año de la implementación de las salas de simulación clínica, el balance es positivo, ya que los alumnos han aumentado su interacción con los pacientes, incluso antes de salir a los campos prácticos. De hecho, uno de los requisitos para que los alumnos realicen su primera práctica interna, es pasar por la sala de simulación.
“No sólo se repiten técnicas, sino que se realizan atenciones integrales donde evaluamos el procedimiento y la actitud de cada alumno, ya que la idea es integrar los conocimientos técnicos y actitudinales, para preparar a los alumnos en cuanto a las situaciones que podrán vivir más adelante”, comentó Arredondo.
Para esto, los alumnos se turnan y participan no sólo atendiendo al paciente, de acuerdo con el caso clínico, sino también como familiares de los pacientes que requieren ser informados y educados respecto a los procedimientos que se llevan a cabo, convirtiendo las jornadas de simulación en experiencias realistas y dinámicas.