La nutricionista y docente de la UST sede Antofagasta, Daniela Robles, explicó como la falta de fibra, zinc, vitaminas, calcio y omega 3 se asocia a demencias, depresión y otras enfermedades.   

Chile es uno de los países más envejecidos de Latinoamérica, lo que implica un gran desafío para la salud, debido a que pasados los 60 años aumenta drásticamente el riesgo de padecer enfermedades. Es aquí donde la alimentación saludable y la buena reserva de nutrientes, son el aliado ideal para que las personas mayores tengan una mejor calidad de vida.

Frente a ello, la nutricionista y docente de Nutrición y Dietética de la Universidad Santo Tomás sede Antofagasta, Daniela Robles, explicó que según la última encuesta alimentaria del país, los adultos mayores presentan deficiencias en cuanto al consumo de fibra, zinc, vitaminas del complejo B y omega 3, nutrientes críticos que bajo el rango necesario son precursores de demencias, depresión, diabetes, hipertensión, estreñimiento o problemas de cicatrización, entre otros.

“Todos los nutrientes son importantes y no hay una receta única para las personas mayores, ya que ésta variará de acuerdo a cada requerimiento y condición. Sin embargo, es fundamental que se entienda la incidencia que la alimentación tiene en la salud y en los procesos relacionados al envejecimiento, por lo que la recomendación general es alimentarse bien durante todas las etapas de la vida”, comentó Robles.

Nutrientes críticos

La profesional y colaboradora del Centro de Investigación en Gerontología Aplicada (Cigap) de la UST clasificó los nutrientes críticos en las personas mayores y aconsejó qué alimentos consumir para adquirirlos.

  • Fibra: Frutas, verduras (idealmente crudas) y legumbres. Previene el estreñimiento y fecalomas.
  • Zinc: Carnes, mariscos, huevos, pescado y ajo. Previene infecciones y contribuye a la cicatrización.
  • Omega 3: Pescados, mariscos, aceite de canola y soja. Contribuye al funcionamiento del sistema inmune, son antioxidantes y antiinflamatorios.
  • Vitamina B12: Carnes, huevos y lácteos. Previene anemias, riesgo de demenciasdepresión.
  • Hierro: Carnes rojas, hígado, legumbres, yema de huevo, verduras de hoja verde. Previene las anemias.
  • Calcio: Lácteos, soja, tofu, repollo, betarraga y brócoli. Previene la osteoporosis y ayuda a la contracción muscular.
  • Ácido fólico: Frutos secos, legumbres, semillas de girasol, vegetales de hoja verde. Previene anemias.
  • Vitamina D: Leche entera o semidescremada, huevo y tomar sol por 10 minutos en un horario de poca radiación solar (10:00 o 17:00 horas) y que éste llegue a los antebrazos o piernas. Contribuye a la síntesis del calcio en los huesos.
  • Vitamina C: Kiwi, pimentón, limón, coliflor, espinaca, frutillas y naranja. Contribuye en la absorción del hierro, previniendo anemias. También es un antioxidante.
  • Disminuir el consumo de sodio.
Los adultos mayores deben consumir de 6 a 8 vasos de agua al día.

Los adultos mayores deben consumir de 6 a 8 vasos de agua al día.

En el caso de los adultos mayores que consumen más de tres fármacos al día, lo ideal –aclaró Robles- es que consulten con un profesional sobre la alimentación que deben llevar. “Esto es súper importante porque hay fármacos que no se pueden mezclar con ciertos alimentos, hay otras que ayudan más a la absorción del medicamento, influyen en el tema ánimo, etcétera”.

Pacam

Como un aporte gubernamental para mejorar la alimentación de las personas mayores el Programa de Alimentación Complementaria del Adulto Mayor (Pacam) busca entregar alimentos fortificados con micronutrientes, mejorando así el estado nutricional de los beneficiarios.

Según la profesional, lo que pocas personas saben es que desde el año 2016 este beneficio es para usuarios de Fonasa e Isapre, por lo que quienes pertenezcan a isapres pueden realizar el trámite en el Cesfam Corvallis y así recibir estos suplementos alimenticios.

“Hay que tener claro que se trata de una alimentación complementaria, por lo que lo mejor es agregar una porción de estos suplementos a una cazuela, guiso u otra preparación”, explicó Daniela Robles.

Finalmente, la nutricionista destacó la importancia de entender el rol de la nutricionista dentro de su equipo de salud. “La alimentación junto a la actividad física son buenos promotores del envejecimiento, por eso en gerontología se habla de trabajo interdisciplinario, porque es fundamental ver a los pacientes como un ser integral”.