En IV Feria de la Ciencia de Osorno

Marcelo Lagos: «Los peligros naturales deben ser incorporados en cómo hacemos ciudad»

En el marco de la feria, organizada por Santo Tomás y la municipalidad de Osorno, el geógrafo compartió su experiencia y trabajo científico con más de 250 personas, enfatizando la importancia de la educación y prevención a la hora de enfrentar desastres naturales.

El reconocido geógrafo y especialista en desastres naturales, Marcelo Lagos, expuso en la IV Feria de Ciencia y Tecnología, organizada por Santo Tomás y la Municipalidad de Osorno, ante un salón repleto con más de 250 personas, especialmente estudiantes y docentes de la Provincia de Osorno.

Marcelo Lagos habló sobre la importancia del conocimiento y la prevención ya que, de acuerdo a su experiencia e investigación en diversas partes de mundo, éstas son claves a la hora de enfrentar desastres naturales, especialmente en Chile, cuyas características morfológicas hacen que nuestro territorio sea más propenso a los embates de la naturaleza.

Marcelo Lagos en Feria de la Ciencia de Osorno

Con una exposición de más de una hora, Lagos abordó acontecimientos telúricos vividos en nuestro país en otras épocas y entregó información didáctica sobre el comportamiento de los suelos en países sísmicos como Chile.

Sobre la posibilidad latente de un terremoto en nuestra zona –provincia de Osorno, Región de Los Lagos- afirmó que no hay que ser alarmistas pues la posibilidad existe de manera permanente, como en todo el territorio.

 “Esta zona tuvo un gran terremoto en 1960, pero ya han pasado 55 años, por lo tanto ese proceso ha ido acumulando nuevamente tensión en la zona de contacto entre placas y por lo tanto, hay trabajo científico que confirma que entre el Golfo de Arauco –Tirúa- y el canal de Chacao, se está acumulando energía. Eso significa que existe la posibilidad de un terremoto, pero como siempre ha ocurrido, nada excepcional”, aclaró.

El experto agregó que “no sería como el de 1960, probablemente sería un evento intermedio, de una magnitud grande, similar al del 2010 o incluso de menor magnitud. Podría haber un gran terremoto, con tsunami en el borde costero si es que fuera un sismo de borde, pero se trata de una verdad para toda la costa de Chile, la amenaza sísmica es permanente y cada centímetro está expuesto”, explicó.

Medidas preventivas  y desastres naturales en la región

Marcel0 Lagos subrayó que no hay que ser alarmista porque lo realmente importante es que la población esté informada y tome medidas preventivas para enfrentar de mejor manera un eventual desastre natural.

“Para dar más certeza a la gente y que tengan planes de convivencia con estas amenazas permanentes, sería bueno informarse sobre las medidas preventivas a considerar siempre: qué debe tener una mochila de emergencia, guardar algo de dinero en efectivo, combustible, acordar un punto de encuentro, entre tantos detalles a considerar”, indicó.

El investigador aclaró que no sólo está el riesgo de un terremoto, también los volcanes o los desbordes de ríos. “Por lo tanto, el tema de fondo pasa por cómo nuestras ciudades conviven con estos peligros y cómo las autoridades ordenan el territorio. En Chile hay una política más bien reactiva y la gestión no sólo debería ocuparse del manejo de la emergencia una vez ocurrido el desastre. El ciclo debería contemplar un fuerte trabajo preventivo, normativas, educación, prepararse para lo que podría venir”.

Sobre una iniciativa como la de instalar sirenas en las costas de Osorno, Marcelo Lagos indicó que “el tema es cómo esta medida dialoga con el ordenamiento territorial que se propone para Maicolpué, Pucatrihue o Tril Tril… porque en vez de gastar mil o dos mil o tres mil millones de pesos en sirenas, se podría fortalecer un plan regulador a través de estudios que permitan poner a la gente en zona segura, concretar programas educativos que fortalezcan los conocimientos de la comunidad para que convivan con este tipo de amenazas… en rigor las señalizaciones, la sirenas son tapar el sol con un dedo”.

El geógrafo fue enfático al asegurar que sólo desde el punto de vista de la hidrometeorología, los desastres van a ser cada vez más recurrentes e intensos a causa del cambio climático global, considerando siempre la posibilidad de terremotos, tsunamis y volcanes.

 “Por ejemplo la erupción del Calbuco nos sorprendió a muchos porque a diferencia del Villarrica este volcán no dio ninguna señal previa. No queremos que ocurra de nuevo lo sucedido en Chaitén en el 2008, entonces ¿hasta cuándo la naturaleza nos sorprende? ¡Basta! Los peligros naturales deben ser incorporados en cómo hacemos ciudad y cómo convivimos con el territorio. El tema es transversal, no es sólo de la Onemi o del municipio, es también de los medios, de quienes hacemos ciencia, es un tema de todos: la gestión del riesgo de desastres debería ser parte del desarrollo humano”, concluyó el experto.