El profesor Marcelo Castillo, director del Departamento de Ciencias de la Actividad Física de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Católica del Maule, explicó los negativos efectos que tiene la inactividad.

En tiempos de coronavirus, estar sentados frente al computador o al televisor es cada vez más común debido al confinamiento. Esto nos recuerda otra pandemia que sigue vigente: desde el 2004 la Organización Mundial de la Salud también declaró a la obesidad como pandemia no contagiosa, siendo el cuarto factor de riesgo de mortalidad global. Asimismo, más del 60% de la población tiene una conducta sedentaria.

“Si hacemos una proyección, en un año morirán más personas por inactividad y obesidad que por el covid”, aseguró Marcelo Castillo, director del Departamento de Ciencias de la Actividad Física de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Católica del Maule y Doctor of Philosophy, Sport and Exercise de Auckland University of Technology, Nueva Zelanda.

En un encuentro virtual organizado por el Área de Deportes y Actividad Física de Santo Tomás Rancagua, el académico abordó las consecuencias de llevar una vida sedentaria: “La silla nos mata. No sólo las enfermedades crónicas e infecciosas tienen efectos en la mortalidad, también nuestras conductas. La solución parte por nosotros. En una situación de confinamiento, con restricción de movilidad, el escenario se ve complejo, pero toda crisis estimula la creatividad y la inteligencia”.

Castillo dio esta charla de pie, señalando que de esta manera estaría quemando seis calorías más que los asistentes que estuvieran sentados: “Nos sentamos mucho, y mal. Es una posición inadecuada que afecta la columna. Si no estamos en los ángulos debidos, comprimo los órganos internos y aumento tensiones en algunas zonas, compresiones que generan complicaciones”.

Recomendaciones

Una de las excusas más frecuentes para no realizar actividad física es la falta de tiempo, a lo que Castillo respondió: “El tiempo es el mismo para todos, tenemos 24/7, el tema es de prioridades, de actitudes. La pandemia (de la obesidad y la inactividad) ya lleva muchos años y no hemos sido capaces como especie de sobreponernos a esa condición, que va más allá de una práctica física, sino que es parte de un estilo de vida. Si siempre lo dejamos para después, esto no va a cambiar”.

Aconsejó que, si no vamos a salir a hacer ejercicio o deporte, la invitación es a sumar minutos de poco nivel de intensidad, como caminar a la compra, subir las escaleras en casa o hacer las tareas del hogar. Si tenemos incrementos en ese tipo de actividades, es tan beneficioso como algunas actividades físicas más tradicionales.

Castillo señaló que 7 a 8 horas de conducta sedentaria, implican un riesgo de mortalidad de valor 1. Si son 10 horas, el riesgo aumenta a 1,5 y si llegamos a 12 horas, se triplica. Además, en tiempos de coronavirus que estamos enfrentándonos a una enfermedad viral y respiratoria, si nuestro organismo está deteriorado físicamente, estaremos más expuestos.