La navidad es una época de recogimiento, reencuentro, reconciliación y unidad familiar. Definir donde pasar la noche buena se convierte en una preocupación para cada familia ya que no siempre se logran acuerdos frente a esta interrogante. Cenar en familia se convierte en el objetivo para la mayoría de las familias, no obstante este deseo no siempre logra ser complacido.

La ausencia de un ser querido, ya sea por alejamiento, enfermedad, fallecimiento o porque como ocurre en familias con padres separados, no les correspondía esa fecha, puede evocar en las personas sentimientos de nostalgia, tristeza y soledad.

Según comenta Gabriela Capurro, académica de la Escuela de Psicología de la Universidad Santo Tomás, experimentar dichos sentimientos es algo esperado y normal, lo importante es saber cómo sobrellevar ese dolor durante ese momento.

Para ello la profesional entrega algunos consejos:

1.- Recordar es necesario y hace bien: no temas tocar el tema, todos los que extrañan a esa persona están experimentando lo mismo que tú, verbaliza tu emoción, trasfórmala en narración, recuerda los momentos vividos juntos, las anécdotas, los gustos y dialoga con los otros sobre estos recuerdos, verás como de la nostalgia se pasa a momentos de unión, reencuentro, aparecen las risas al recordar momentos alegres y poco a poco sentirás que están todos conectados y compartiendo un espacio relacional.

2.- Si tienes la necesidad de poner un puesto en la mesa en memoria de quien no está, o poner un foto en su recuerdo, hazlo, lo peor que se puede hacer es reprimir la necesidad. Si ésta surge busca satisfacerla, así te sentirás aliviada, contenta y conectada con tu interior, “necesitabas tenerlo(a) presente ese día de manera simbólica, por lo tanto no dudes en hacer lo que necesitas hacer”.

3.- Si estas con niños y te ven triste o directamente llorando, explícale que estas triste y que lo (la) extrañas, no hay nada más sano para un niño que saber la verdad sobre lo que sucede y más aún ver como la pena pasa y se convierte en otra emoción más positiva. Esconder el dolor o el llanto por no hacer sufrir o preocupar, se transforma en el peor escenario para un niño porque el dolor no pasa, se reprime, mientras que expresar y descargar, abre las puertas a la tranquilidad y al recuerdo en paz.

4.- Expresa clara y directamente que necesitas en términos relacionales en estas fiestas, no esperes que otros adivinen lo que necesitas, se pueden equivocar. Pide lo que quieres, explicita tu necesidad. Cuando alguien es claro y directo en el mensaje, se vuelve una persona predecible y estructurada, la cual orienta, y permite un acercamiento coherente.

6.- Finalmente, la ausencia de un ser querido puede movilizar a que el sistema se una en torno a un recuerdo y con ello re-signifiquen el momento, alcanzando una nueva vivencia que en vez de ser triste como se lo imaginaron, puede ser un espacio relacional rico en recuerdos, anécdotas y momentos alegres.

La ausencia es solo física, de ti depende que se incorpore simbólicamente