Escuela de Educación Universidad Santo Tomás

El juego es vehículo eficaz para desarrollar habilidades matemáticas y actitudes positivas en los niños

El juego es la forma natural en que los niños aprenden. Es un proceso a través del cual ellos exploran, investigan, se recrean y llegan a comprender el mundo.

Los expertos señalan que por medio de la actividad lúdica es como deben enfrentarse también los contenidos más complejos, incluso aquellos que los niños dejan de lado por disgusto. Y en esta reflexión los adultos suelen recordar, por ejemplo, las matemáticas, ciencia exacta que muchos nunca valoraron pues les costó sangre y sudor aprender.

Hoy en día el juego ha transformado la percepción de miles de niños y es visto como un vehículo poderosamente eficaz para desarrollar las habilidades matemáticas o analíticas en los escolares.  La Dra. Mirian Baeza Toro invitada especial del Seminario Taller organizado por la Escuela de Educación de la Universidad Santo Tomás señaló que viendo la importancia de las matemáticas en la malla curricular de los primeros años de escolaridad, realizó una investigación doctoral en Barcelona España en el cual comparó los procesos de resolución de problemas versus juegos de estrategia con el fin de determinar la parte práctica y lúdica de las matemáticas.

En dicho estudio, la experta demostró a través de la creación de un juego estratégico “Cerrar 15”, que los profesores deben explorar y vivir la experiencia misma del juego para crear ejercicios matemáticos con estrategias y que sean entretenidos para los niños.

La académica explicó que en el juego se aprende a usar los dos hemisferios del cerebro, pues el lado derecho del cerebro tiene la capacidad de reconocer los símbolos numéricos, realizar aproximaciones o estimaciones matemáticas, y el lado izquierdo del mismo es capaz de reconocer el lenguaje matemático y realizar cálculos exactos como la multiplicación.

En su investigación, el juego “Cerrar 15” consiste en usar un tablero de 3×3 de nueve fichas donde se debe llegar a la suma de 15 de forma horizontal, vertical y diagonal. Un juego muy similar al “Tres en línea” que se puede jugar formando equipos de 2 o 4 niños.

“El trabajo colaborativo, desarrollar la tolerancia a la frustración, aprender a guardar turnos, poder compartir estrategias con otros, comunicarse, argumentar, desarrollar cálculo mental y resolución del problema son algunos de los aportes que otorga el juego estratégico matemático en los niños”, citó

Los niños suelen aprender rápidamente con diversas rutinas de juegos, por ello establecer una experiencia directa con materiales didácticos también ayudará en su proceso de aprendizaje. Algunos juegos de tablero de números lineales suelen ser ideales para promover toda una gama de conocimientos y niveles de habilidad. Además, una estrategia que puede ayudar a aumentar la participación de los niños en la educación básica, es incorporar actividades recreativas en el aula, desde juegos interactivos hasta juegos donde los niños pongan a prueba su comprensión matemática en áreas como el valor de posición, sentido geométrico y espacial.

Por último, involucrar a los padres y hacer conexiones entre aula y el hogar es muy importante, debido a que en casa los niños son alentados por sus padres con juegos cotidianos que desarrollan sus habilidades de conteo y promueven un lenguaje matemático durante su crecimiento.

Como resultado, el juego en las matemáticas no sólo es beneficioso para los estudiantes sino también para los profesores dentro del aula, porque la puesta en práctica dentro la sala de clase demuestra que con el juego se pueden reducir los niveles de ansiedad, lograr que los niños se emocionen y pierdan el miedo a resolver problemas matemáticos.