Ex Subsecretario de Hacienda: “Se nota cuando hay despreocupación por generar instrumentos de control»

Álvaro Clarke fue invitado a dictar una charla sobre Gobierno Corporativo y gestión de riesgos a los estudiantes de la Facultad de Economía y Negocios de la UST Santiago.

“Buscamos convertirnos en una facultad referente en simulación de negocios”, esas fueron las palabras con las que el decano de la Facultad de Economía y Negocios, Guillermo Yáñez, dio inicio a la ceremonia de inauguración de año académico de las escuelas de Ingeniería Comercial y Contador Público y Auditor, enumerando los principales hitos que como facultad han logrado durante el último año.

La autoridad de la UST también aprovechó la instancia para plantear a los estudiantes el desafío que como facultad se han propuesto este año, que busca establecer un nexo entre los planes de estudio y la experiencia real de ayuda a empresas o comunidades, para lo cual esperan que los alumnos puedan poner práctica lo aprendido desarrollando su labor en algunos de los tres Centros de Desarrollo de Negocios Sercotec a lo largo del país o en los proyectos FIC adjudicados en regiones.

“Gobierno Corporativo, gestión de riesgos y cumplimiento”

El ex Subsecretario de Hacienda y presidente de la consultora ICR Clasificadora de Riesgo, Álvaro Clarke, fue invitado a la ceremonia de inicio de año académico para dictar la charla “Gobierno Corporativo, gestión de riesgos y cumplimiento”.

El también ex superintendente de Valores y Seguros comenzó introduciendo a los estudiantes en la definición de Gobierno corporativo, explicando que el poder legislativo tiene condiciones, leyes y normas, que permiten tomar decisiones en nombre de un colectivo, el que puede ser una empresa o incluso un país.

Tras ahondar en la legislación alemana, que establece que las firmas que tengan más de 2 mil trabajadores deben integrar en el directorio la mitad de representantes de trabajadores y accionistas, Álvaro Clarke señaló que para la prosperidad del negocio, las compañías deben establecer responsabilidades que impidan que los insider puedan usar su control para extraer valor de la misma.

“Cuando se derrumbó la Unión Soviética las empresas eran todas públicas, y en esas empresas públicas los administradores comenzaron a extraer riqueza de esas compañías y de ahí surgieron muchas grandes fortunas, tal vez una de las más famosas son las compañías petroleras, donde los ejecutivos le compraban el petróleo a las compañías estatales a través de una empresa paralela, a precios de muy bajo mercado. Por ejemplo si estaba a 30 dólares el barril, lo compraban a 20 y después lo vendían a 30, entonces ganaban 10 dólares por cada barril que vendían. ¡Se hicieron ricos! Ellos extrajeron valor a la compañía”, explicó el economista.

El caso Nicolás Leeson: bancarrota del banco británico Barings

Al abordar el tema de la gestión de riesgos y el control interno, el socio principal de la consultora ICR Clasificadora de Riesgo expuso el caso de Nicolás Leeson, de apenas 28 años, quien con sus negocios bursátiles provocó la bancarrota del banco británico Barings en 1955.

“Leeson solo estaba autorizado para arbitrar contratos futuros en las bolsas de Osaka y Singapur con el objetivo de ganar pequeñas diferencias, pero este joven se tentó y tomó posiciones, y a medida que fue tomando posiciones, fue comprometiendo al banco. (…) nadie lo controlaba, y esa falta de instrumento de control, ni siquiera en el lugar de mayor operación del banco, hizo que muriera el banco. Ahí es donde se nota cuando hay una despreocupación por generar un instrumento de control adecuado”, comentó Clarke.