Estudiantes de Técnico Enfermería se comprometen con el cuidado integral de futuros pacientes

Cada año, antes de empezar a realizar las prácticas curriculares en algún servicio de salud pública de la comuna de Ovalle, estudiantes de primer año de Técnico en Enfermería, del CFT Santo Tomás,  se comprometen, ante sus familiares y docentes, con el cuidado integral de los pacientes en una emotiva ceremonia de investidura.

Esta es una instancia en la que los alumnos hacen una pausa en su formación profesional, para reflexionar sobre su vocación de servicio y cuál será la contribución que ellos realizarán para mejorar, con su trabajo, el sistema de salud.

Es por ello, que durante la celebración, que es una liturgia, las y los jóvenes ofrecieron su uniforme, sus herramientas y sus conocimientos a Dios, al mismo tiempo que solicitaron su guía en el proceso de formación profesional que están viviendo.

Compromiso ético

Guiados por la jefa de la carrera Carolina Molina, los estudiantes realizaron un juramento ético con su profesión en el que se comprometieron a llevar  una vida digna y ejercer su profesión honradamente, al mismo tiempo de abstenerse de todo cuanto sea nocivo o dañino para su salud.

Además, juraron considerar confidencial  toda la información que les sea revelada en el ejercicio de la profesión, así como todos los asuntos familiares de los pacientes y sobre todo ser fieles asistentes de los médicos y dedicar su vida al bienestar  de las personas confiadas a su cuidado.

Carolina Molina, comentó que este año la “lectura del juramento fue diferente, me detuve a explicar cada frase y que entendieran el juramento. Puse énfasis en las palabras claves, que no es repetir por repetir una frase y luego olvidarme de ese juramento, sino que cada una tiene algo significativo, como la misericordia, respetar a los seres vivos, el medio ambiente. El desafío que tenemos con los jóvenes, más que prepararlos como grandes profesionales técnicos, es cambiarlos como personas para cambiar el mundo”.

Vocación de servicio

Por su parte, los estudiantes destacaron el hecho de que han escogido la carrera por su vocación de servicio, al mismo tiempo que por experiencias personales que los han llevado comprometerse con mejorar el sistema de salud de nuestro país, pero sobre todo, a comprometerse con el buen trato a los pacientes.

Así lo señaló Rocío Araya Escobar, estudiante de primer año, quien comentó que hace 5 años su padre falleció producto de una enfermedad que lo llevó a estar internado en una clínica, en donde pudo ver de cerca la forma en que los profesionales de la salud interactúan con los pacientes.

Es por esto que, ella asegura que esta ceremonia la vivió “con mucha emoción, porque elegí la carrera por vocación de servicio, tiene una gran importancia en el desarrollo que voy a tener porque estoy haciendo el juramento de mi profesión”.

Para su compañera Nicol Campillay, también la ceremonia fue “muy emotiva, es una experiencia que hay que vivirla. Para mi significa mucho porque vamos a trabajar con vidas y espero ser una de las mejores profesionales para que la salud cambie, por eso me importa mucho el juramento”.

Apoyo familiar

Durante la investidura los estudiantes estuvieron rodeados por sus familiares más cercanos, quienes constituyen un pilar y un aliciente para sus estudios.

Así lo afirma Rocío Araya, quien es madre y asistió acompañada por su hija. Para ella, “ser mamá y estudiante no es fácil, he tenido el apoyo de mis profesores y compañeros y más me motiva a seguir estudiando”.

Para los familiares  de las y los alumnos también este momento es muy especial, ya que durante la ceremonia el sacerdote que oficia la liturgia pide a los padres o  la persona más significativa para ellos, que les entregue una bendición.

Luego de este importante momento, Marci Milla Guerrero, madre de una estudiante, señaló que “para mi significa mucho que ella saque su carrera y que ayude a los enfermos y salga adelante en sus estudios”.