Educadoras con experiencia en estos ciclos de la primera infancia participaron de un conversatorio en el que compartieron estrategias y consejos con los futuros técnicos en educación de Santo Tomás Rancagua.

Este año la carrera de Técnico en Educación Parvularia en Santo Tomás comenzó una nueva malla curricular, incluyendo también a 1° y 2° básico. Para complementar este cambio, se realizó un conversatorio que incluyó a ambos sectores.

En la oportunidad, se abordó cómo se vive el proceso de transición desde preescolar a educación básica, teniendo como moderadora a la Jefa de Carrera de Técnico en Educación Parvularia 1° y 2° Básico de Santo Tomás Rancagua, Marcela Reyes.

Ivalú Santelices Manso, educadora de párvulos, además de dueña y Directora Pedagógica del Jardín Infantil Acuarela, señaló que esta transición hay que abordarla de manera natural: “Lo vemos como uno de los tantos procesos que los niños van a vivir dentro de todo el sistema educacional, pensando que los va a ir formando como personas”.

Dentro de las estrategias que recomendó para apoyar este proceso, está el conocer los tiempos de los niños: “Dentro de la planificación también conversamos diariamente y damos espacio para que cada uno vaya contando sus experiencias y los vamos acercando a la realidad de colegio, les explicamos lo que les va a tocar vivir”.

Otra recomendación es que los niños vean a diferentes personas en la sala de clases: “Nos preocupamos de que las educadoras cambien de nivel, los niños van creando nuevos vínculos y se acostumbran a otras caras y personalidades”. El Jardín Acuarela es centro de práctica del área de Educación de Santo Tomás Rancagua, algo que la profesora señaló que favorece también que los niños se vayan adaptando a nuevas personas.

El proceso de los padres

Además, Santelices recalcó la importancia de acompañar también a los apoderados, punto en el que coincidió también María Pilar Arredondo, profesora básica especialista en Lenguaje, y Coordinadora de ciclo inicial y primer ciclo básico en el Colegio Don Bosco de Rancagua: “Los que más sufren son los papás, porque lo viven con un poco de temor. Los padres sufren esta separación, es un espacio nuevo, no conocen al personal, es un sistema nuevo, pero en la medida que ellos estén conformes y seguros, transmiten eso a los niños”.

Arredondo también explicó que el proceso de adaptación se ve favorecido por la edad de los pequeños: “Saben que van a aprender a leer y escribir, ya saben lo que significa, vienen con esa ilusión. Los niños manejan mejor esta etapa de adaptación”.

También entregó algunas características para el éxito en primero básico, como trabajar la autonomía, es decir, realizar por sí mismo actividades propias de su edad “si no, pasa por un periodo en que sólo es observador de lo que pasa, no es partícipe”, explicó. A esto se suma la importancia de la expresión oral, que el niño hable y se comunique, como también el saber escuchar y prestar atención, que son habilidades fundamentales para el proceso de aprendizaje.