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Se acerca la principal cita de actualización y capacitación para profesionales y estudiantes vinculados al deporte y la saludEnfermedades zoonóticas transmitidas por animales de compañía
La primera de una serie de charlas de Medicina Veterinaria dedicadas a analizar la zoonosis se enfocó en las mascotas y las patologías que contagian a los seres humanos.
La Facultad de Recursos Naturales y Medicina Veterinaria de la UST dio inicio a su Ciclo de conferencias “Una Salud y Zoonosis: ¿Qué enfermedades nos pueden transmitir los animales?” y la primera parte estuvo destinada a abordar las enfermedades zoonóticas transmitidas por animales de compañía. Esta instancia puso acento en el trabajo en conjunto de la medicina veterinaria y la humana, y ahondó en afecciones como la sarna, la tiña y la toxocariosis.
El doctor Waldo Armstrong, Director de Medicina Veterinaria UST Temuco y miembro de One Health Latinoamérica Ibero y Caribe (OHLAIC), describió la función de esta institución y su importancia frente a la zoonosis. Una Salud (en español), busca prevenir, tratar y controlar las enfermedades de transmisión entre animales y personas con un enfoque multisectorial que une principalmente a la medicina humana y la veterinaria en un marco de salud también para el medioambiente.
“No puede haber salud humana si no hay salud animal, y ambas no pueden existir si el ambiente no es saludable, si está deteriorado o si no es sustentable”, resumió como foco de One Health el actual Jefe del Departamento de Salud Pública de la SEREMI de Salud de La Araucanía.
Ambas profesiones están tan entrelazadas que -en muchos países- a la medicina veterinaria se le considera como una profesión del área de la salud. Esto se explica porque dos tercios de las enfermedades humanas son zoonóticas y tres cuartos de las enfermedades emergentes vectoriales o zoonóticas que afectan a la humanidad también involucran el manejo o la intervención de un médico veterinario, según comentó el también fundador de la Sociedad Chilena de Zoonosis.
Sarna y tiña: las patologías más comunes en la piel humana
En Chile, algunas de las enfermedades zoonóticas más comunes entre las mascotas son la tiña y la sarna. Afectan a la piel y suelen no generar grandes lesiones, por lo que tienden a pasar desapercibidas en la práctica clínica y también, a veces, son confundidas por falta de conocimiento de la ciudadanía. “Son dos patologías zoonóticas, por lo tanto una de las formas de prevención es la tenencia responsable, que nosotros mismos los veterinarios debiéramos comenzar a incentivar más”, Soledad Hinojosa, Directora de Hospital Veterinario Docente UST sede Viña.
La tiña es provocada por un hongo del tipo dermatofito que vive y se alimenta de las estructuras queratinizadas en organismos animales y de seres humanos (pelos y uñas). En los animales se manifiesta en cabeza, cuello, extremidades anteriores y también en el vientre. La patología “se presenta de forma anular, con alopecias circulares, al principio más enrojecidas y eritomatosas y cuando ya son más crónicas, son más pigmentadas”, describió la doctora veterinaria.
En tanto, esta enfermedad en humanos “se da con lesiones anulares, circulares, con cuadros eritematosos, pápulas y costras. Pueden ser únicas, pero también pueden diseminarse si el individuo tiene mayor sensibilidad al hongo”, señaló la doctora. “Generan picazón y prurito (picor que provoca la necesidad o el deseo de rascarse) y son lesiones autolimitantes; que tienden a desaparecer solas tras algunos días”, complementó.
Por su parte, la sarna sarcóptica está asociada al ácaro sarcoptes scabei var canis, el cual deja sus huevos en la epidermis del paciente (generalmente canino), generando prurito intenso y persistente. Es altamente pruriginosa, infecciosa y contagiosa. “Se asocia a cuadros de eritema, se generan descamaciones en el paciente, alopecia. Afecta más en zonas de pelaje corto, como los carpos, los tarsos, el vientre y el borde auricular”, afirmó la facultativa.
La sarna no tiene forma de reproducirse en las personas, sin embargo es de muy fácil contagio y genera una reacción de hipersensibilidad importante. genera lesiones papulares (puntillado) que asoman dentro de las primeras 24 horas y lleva asociado prurito intenso (mayor en la noche) en zonas de antebrazo y pecho. Es autolimitante y suele ceder dentro de la semana, pero hay casos extendidos y prolongados que requieren tratamiento.
Toxocariosis: una amenaza principalmente para los niños
Dentro del ciclo también se abordó la toxocariosis que generalmente es mucho más desatendida y subdiagnosticada que las anteriores, pero la verdad es que está muy presente y en crecimiento en Chile. Además una de las poblaciones más expuestas al riesgo sanitario por esta enfermedad son los niños.
“Es producida por nemátodos tipo ascarídeos de la familia toxocariedae. Los hospederos definitivos de este parásito son el perro, el gato y el mapache; el humano es un hospedador accidental”, adelantó Ignacio Troncoso, académico de Medicina Veterinaria UST Concepción. “No hay ninguna parte del ciclo que ocurra en el ser humano, por ende los huevos no se encuentran en el humano”, agregó.
Una de las formas más comunes de que una mascota adquiera el nemátodo es a través del contacto con otro ejemplar infectado. También un feto por vía transplacentaria (sólo caninos) o un recién nacido a través de la lactancia materna. “Por eso la importancia de desparasitar perros y gatos a los 15 días de vida, porque la prevalencia en recién nacidos está entre un 23 a un 40%”, explicó Troncoso.
En humanos, la vía de transmisión es principalmente por vía oral directa: por comer tierra o las uñas y no lavarse las manos, o tener contacto con alguna de las estructuras larvarias presentes en fecas de perros o gatos. Esto principalmente en espacios públicos (plazas, parques o playas). Los síntomas clínicos más comunes encontrados en niños son estrabismo o mancha ocular, urticaria y asma.
Aquí nuevamente la recomendación para prevenir es la tenencia responsable y controlar la contaminación ambiental: “recoger fecas en bolsa al pasear, desparasitar mascotas cada 15 días hasta los tres meses y luego cada tres meses, lavado de manos contínuo si tengo contacto con el animal, mantener limpia el área donde viven y defecan las mascotas y educar a la población sobre lo importante que es la prevención”, sentenció el académico.