El sentido de este encuentro fue poder vivenciar la experiencia del Rosario compartido por las sedes desde Arica a Punta Arenas. En la sede Concepción, particularmente, correspondió la coordinación del segundo misterio: Las Bodas de Caná, en donde estuvieron presentes las Sedes de Chillán, Los Ángeles y Temuco.

Hacer comunidad y fortalecer la fe y la esperanza a través de un Rosario compartido fue el objetivo del Encuentro “Oremos Juntos” que se celebró recientemente, y que estuvo enfocado principalmente en orar por nuestro país -tomando en cuenta las coyunturas actuales que ha traído la crisis sanitaria- así como por nuestros estudiantes y por aquellas personas de la Institución que ya han partido.

El encuentro estuvo marcado por la presencia nacional de todos los Directores de Formación e Identidad, y también por la asistencia de más de 130 personas de diferentes sedes, desde Arica a Punta Arenas, así como de los integrantes de la Dirección Nacional.

Esta experiencia del Rosario, estuvo acompañada de reflexiones, intenciones de diferentes colaboradores, emotivas canciones, y una gráfica con la representación de Vírgenes de Sur a Norte y fue enriquecida además con las intenciones que se multiplicaron en el chat.

“Una de las bondades de haber llevado a cabo este Rosario Virtual, recorriendo todas las zonas del país, representados en diferentes colaboradores, fue el haber compartido y el sentirnos parte de un cumulo importante de deseos de paz, de bondad, de fraternidad e inclusión en Santo Tomás”, comentó Jacqueline Salgado, quien vivió esta experiencia por primera vez como Directora de Formación e Identidad sede Concepción.

Por su parte, Diego Echeverría, Coordinador de la Pastoral de la Dirección de Formación e Identidad de la Sede Concepción, destacó la relevancia de este encuentro, tomando en cuenta que la presencialidad ha sido suspendida, pero que la necesidad de reunirnos en torno a la fe por parte de académicos y colaboradores sigue existiendo.

“El Rosario, y la oración comunitaria, es una oportunidad concreta para reforzar la comunidad y reafirmar la fe para sostenernos en el complejo momento que vivimos como sociedad. Es a consecuencia de esto que encontramos rostros y corazones renovados en la esperanza como respuesta a los espacios otorgados por la Dirección de Formación e Identidad de Santo Tomás en cada una de sus sedes, redescubriendo la riqueza de la oración y la de compartidas”, explicó.