El pasado martes 5 de julio se realizó una emotiva ceremonia religiosa para despedir al Rector de la sede Santo Tomás de Osorno, Víctor Manuel García Ossa (Q.E.P.D.), quien falleció el sábado 2 de julio en dicha ciudad. El oficio se llevó a cabo en la iglesia del Cementerio Parque del Recuerdo de Santiago a cargo del Padre Juan Díaz, lugar donde se congregó su familia, amigos, autoridades y directivos de Santo Tomás.

En la ocasión, sus hijas Claudia y Magdalena, y su amigo y compañero del Colegio San Ignacio, Leonardo Heran, dirigieron unas palabras a los presentes en representación de su familia y amigos. También, se hizo lectura de un mensaje enviado por el alcalde de Osorno, Jaime Bertin.

A nombre de Santo Tomás, el Rector Nacional de la UST, Jaime Vatter, fue quien entregó un sentido discurso para despedir al Rector García (Q.E.P.D.):

Querido Víctor: Me corresponde el honor de dirigir unas palabras en tu despedida. Lo hago en nombre de las instituciones Santo Tomás, que con tanto profesionalismo, cariño y devoción serviste en los últimos años de tu vida, pero también como tu alumno, ayudante, compañero de trabajo y amigo. ¡Triste tarea!

Tuve la fortuna de ser tu alumno en la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad de Chile, a mediados de los ochenta. Aprender finanzas contigo fue un desafío, con tus controles sorpresa y tu exigencia a toda prueba. Buscabas desarrollar en nosotros la capacidad de encontrar las respuestas, no aprenderlas de memoria. Así fuiste hasta el final, buscando respuestas a los problemas que nos plantea la vida, los grandes problemas que aquejan a nuestra sociedad y también aquellos del alma.

Más adelante fui tu ayudante y luego tu colega en la misma Universidad de Chile. Me incentivaste a seguir el camino académico, a seguir estudiando, a pensar en los grandes desafíos, en la humildad para recibir los elogios y en el tesón para enfrentar la adversidad. En fin, fuiste, sin duda, un gran maestro.

Después de varios años nos volvimos a encontrar. Tras un largo paso por la alta gestión empresarial, te interesaba volver al mundo de la gestión académica, querías ser parte de una institución que atendiera a los jóvenes menos afortunados del país y, ojalá, lejos de Santiago. Con esto querías ser colaborador activo para que se cumpliera tu idea de que la educación es la herramienta privilegiada de movilidad social. No era fácil tu búsqueda, pero apareció en el camino nuestra sede de Osorno. Tomaste con entusiasmo el desafío y por todo lo que conversamos después estoy convencido que te transformaste, en un par de años, en un osornino de tomo y lomo, en un enamorado de los lomajes sureños y siempre muy ocupado por el desarrollo de su gente.

Fue entonces, como rector de nuestra sede Osorno, donde desarrollaste todo tu potencial, todas tus capacidades profesionales y humanas, donde nos desafiaste a ser mejores, a sacar la voz, a mirar el Chile que existe fuera de Santiago, a defender nuestras ideas. Es así como transformaste una sede pequeña, gris decían algunos, en una pujante, competitiva y muy creativa. Grandes fueron tus aportes como la Feria de las Ciencias, de los Libros y la Cultura, de la Salud, entre otras tantas iniciativas. En todas ellas te involucrabas personalmente, pero también desarrollabas en tu equipo la capacidad de crecer. Ahí se demostraba tu rol de formador, de líder innato.

Siempre fue evidente que te dolía la desigualdad de oportunidades, el centralismo, la injusticia, y que por esto colocabas todo tu esfuerzo para nivelar esa cancha que a muchos les toca con tanta pendiente en contra. Por lo mismo, una de tus grandes logros fue aceptar el desafío de acoger a los Hogares Universitarios en Osorno. Cada año organizaste la Cena de Solidaridad para reunir fondos para estos hogares. En cada oportunidad que te pude acompañar en las actividades de los Hogares tu voz se quebraba por la emoción. Creo, sin temor a equivocarme, que te sentías completo al constatar que tu trabajo impactaba en estos jóvenes. ¡Tu corazón ignaciano se te salía del pecho! Porque sin duda que tú sí cumpliste con su lema “Entramos para aprender, salimos para servir”.

Luchaste por tus ideales. Por tus ideales políticos y de sociedad, por tus ideales académicos, incluso por el correcto uso del correo electrónico. Siempre de frente, siempre dando la cara. Ya no te importaban las luchas pequeñas, la fama inconducente, tu lucha era por la educación de los jóvenes menos afortunados. Por ellos diste las últimas batallas.

Pero la lucha más grande en estos últimos años fue por tu salud. Otro se hubiera entregado, pero tú no. Querías seguir aportando para que miles de jóvenes surgieran en la vida, para que tus hijos y nietos vivieran en un mejor país, y para eso necesitabas seguir trabajando, seguir analizando y proponiendo, seguir dando la cara. Hasta el último aliento.

Así pues querido Víctor, ha llegado la hora de decir adiós. Creo que diste todo lo que podías. Otros debemos tomar la posta y seguir luchando. Descansa en paz querido Víctor”.

Destacada trayectoria

El Rector Víctor García (Q.E.P.D.) fue un destacado economista con una vasta experiencia en instituciones de Chile y el extranjero. Fue consultor del Banco Mundial y en el ámbito académico resaltó como Decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas, Director de Planificación y docente de la Universidad de Chile, entre otros cargos.

Se incorporó a Santo Tomás hace seis años, cumpliendo una destacada labor en el quehacer académico y organizacional de la sede de Osorno, así como en su constante colaboración con las autoridades nacionales y rectores de otras sedes. Durante esta etapa, fue reconocido además por su enorme compromiso y cercanía con directivos, docentes, colaboradores y estudiantes de la sede.

Asimismo, y fruto del interés por aportar con sus profundos conocimientos al progreso del país, lideró la creación de la Unidad de Estudios de Santo Tomás, llevando a cabo numerosos estudios y publicaciones orientados al desarrollo de la educación superior chilena. También, promovió una importante relación con la comunidad osornina, organizando con incansable pasión diversas actividades de gran aporte a la educación y la cultura, entre las que destacan la Feria de Ciencia y Tecnología y la Feria del Libro y las Artes.