Los emprendedores pueden utilizar estrategias de marca, o branding, que les permitan fidelizar clientes y responder a nuevas necesidades, sobre todo considerando que uno de los llamados es la preferencia por los comercios locales. La clave está en instalar mecanismos de colaboración y ayuda para sus usuarios, generando experiencias gratificantes.

La demanda por apoyar el consumo local y producción de pequeños negocios por sobre las grandes cadenas comerciales, resulta hoy una oportunidad para los emprendedores.

Así lo indicó el director del área de Diseño de Santo Tomás Concepción, Luis Tiznado, ya que aunque el preferir los productos locales y apoyar el comercio local es una demanda incorporada con antelación en el país, “se ha visto reforzada por esta crisis, y está relacionada con el preferir lo nuestro, lo que tenemos, lo que somos capaces de generar, y ojalá con líneas de producción sustentables o no contaminantes”.

Ese es uno de los motivos por los que el momento debiera ser aprovechado positivamente por los emprendedores, según indica el académico, incorporando el diseño como un elemento de importancia, así también el trabajo en torno a la marca del negocio, o branding.

“Es importante decir que estamos a tiempo de hacerlo, porque se genera una mayor consciencia del consumo local, de propiciar lo que tenemos más cercano y a mano. Y además, porque se generan nuevas y altas demandas de otro tipo, en circunstancias que antes no teníamos previstas, incluso de productos básicos. Esto tiene que ver con un nuevo concepto de mercadotecnia, y es un punto de inflexión justamente para implementar estas estrategias.”, indicó el experto.

IDENTIFICACIÓN

Las estrategias que adopten los negocios pueden marcar la diferencia entre ser considerado, o no serlo al momento de consumir. Así lo indicó el académico del área de Diseño, Marco Cabrera, al afirmar que “se debe pensar en cómo enfrentar el escenario una vez que cambie, y las empresas y las comunicaciones deben ser capaces de adaptarse, al medio externo e interno del mercado, y sobre todo de los consumidores”.

Allí radica la principal ventaja del diseño y branding, que es lograr una identificación frente a la competencia, considerando que todas las empresas tienen elementos que buscan que las personas pueden reconocerlas frente a otras, aunque ofrezcan los mismos productos o servicios. “Desarrollar diseño y branding tiene herramientas que ayuda a las empresas a definir como quieren ser vistos y recordados después de la venta”, dice Cabrera.

Pero no solo se trata de la imagen, pues esta no tendrá demasiado eco en las personas si no va acompañada de otras medidas, agrega Tiznado. “Es fundamental pensar en marca más allá del logotipo. Estamos hablando de una estrategia comunicacional de branding. Eso es importante y fundamental, y tiene que ver con cómo yo me acerco como pyme a mis usuarios y clientes. Eso sí es importante en este momento”, sostuvo el académico.

FIDELIZACIÓN

Aquí es donde cabe el concepto de fidelización, es decir, sumar clientes o usuarios fieles y leales al negocio. “En este afán de mirarnos o reconocernos, quien con antelación haya implementado estrategias de diseño en su oferta, será el primer favorito al momento de consumir, porque está más instalado en la mente de las personas. Eso es lo que otorga una buena imagen, un buen uso de comunicación efectiva y cómo te acercas al público. Entonces, finalmente todas estas acciones comunicativas generan mayor posicionamiento, recordación y fidelización con el usuario”, indicó Tiznado.

Y en esta línea, numerosos son los ejemplos que se pueden adoptar, incluso si se trata de pequeños almacenes de barrio, o emprendimientos online, priorizando nuevas formas de contacto con los usuarios. Por ejemplo, la posibilidad de hacer transferencias si no se cuenta con dinero en efectivo, o contactar mediante whatsapp a los clientes para enviar listado de productos disponibles, ofertas, o para hacer reservas.

Esto aporta a la generación de experiencias gratificantes y satisfactorias en los usuarios, lo que resulta una clave en la fidelización, y donde también se incluye la atención al público y la estética. Aquí, los puntos verdes son un gran aliado. Un buen ejemplo de ello es lo realizado por el supermercado local El Mesón, ubicado en el sector de Collao.

Sin embargo, manifiesta Cabrera, es importante ver la crisis nacional con criterio. “No hay que aprovecharse del momento, pues los clientes pueden verlo de mala forma. También es importante evitar comunicar posturas políticas, lo que puede jugar a favor, pero también en contra y perjudicar al negocio”.

La oportunidad, agregó Cabrera, es “realizar acciones colaborativas o de apoyo, siempre y cuando sea lo que la empresa definió con anterioridad y que está en la línea de sus acciones previas, como ejemplo RedFarma en el reparto de kits de primeros auxilios”.