Director de Carrera de Preparador Físico del CFT Talca, Gastón Ibáñez, hizo un llamado a mantener la actividad física tomando los resguardos necesarios en el período estival.

Realizar actividad física de forma regular sin duda contribuye a reducir los factores de riesgo en enfermedades crónicas no transmisibles de alta prevalencia en nuestro país como la diabetes, hipertensión o afecciones cardiovasculares, entre otras, ayudando al mismo tiempo a mantener un peso adecuado y una buena calidad de vida en niños, jóvenes, adultos y personas mayores.

Sin embargo, dependiendo de las épocas del año y si no se trata de deportistas de elite, dichas prácticas pueden y deben sufrir ciertas variaciones, tal como lo explicó el Director de Carrera de Preparador Físico del Centro de Formación Técnica Santo Tomás Talca, Gastón Ibáñez.

“Cuando llega el período de verano las personas por lo general tienen más tiempo disponible y quieren ocuparlo en algo y ese algo muchas veces es hacer actividad física, pero si no toman algunas medidas muy importantes pueden provocarse daños graves. Lo primero es entender que si yo no soy deportista de elite no puedo creer que si entreno más con temperaturas sobre 30 grados voy a estar mejor físicamente”, indicó.

Entre las recomendaciones para quienes decidan realizar actividad física en verano al aire libre, Ibáñez señaló que se debe considerar lo siguiente:

  • Hacerlo antes de las 10 de la mañana o después de las 19 horas en la tarde para evitar las horas peak de temperatura.
  • Utilizar ropa deportiva cómoda que no sea ajustada al cuerpo y de colores claros que eviten la concentración de calor.
  • Hidratarse de forma permanente antes, durante y después de la actividad física.
  • Evitar las actividades de resistencia o largas distancias, es mucho más recomendable optar por ejercicios de fuerza (sentadillas, abdominales, flexiones) que se pueden realizar a la sombra.
  • Aumentar la frecuencia de la actividad física (dos o tres veces por semana), luego el volumen (10 minutos, 20 minutos, etc.) y la intensidad del ejercicio.

Respecto a la alimentación el académico indicó que se debe consumir abundantes frutas y verduras para contribuir con la hidratación corporal, por cuanto el mayor de los riesgos si no se siguen las recomendaciones es exponerse a una deshidratación severa.

“La persona que está entrenando a una alta intensidad por un tiempo muy prolongado en un horario de temperatura elevada y sin consumir agua se expone a una deshidratación. Luego pueden venir mareos, calambres, náuseas, vómitos e incluso pérdida de conciencia. Ante cualquiera de esos síntomas lo primero es detener el ejercicio, buscar un lugar a la sombra, consumir agua y tratar de recuperarse”, puntualizó.

Finalmente, Gastón Ibáñez dijo que siempre es recomendable practicar deporte en compañía de otra persona y con la asesoría de un profesional que los guíe tanto en la parte deportiva como médica.

“Es bueno tener un plan de entrenamiento para que esto tenga un objetivo y no sea solo por hacer algo que a la larga me puede perjudicar más que beneficiar”, concluyó.