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Recomiendan aprovechar el buen tiempo para realizar actividades con los adultos mayoresEquipo de PUCP : “El debate es un deporte académico y la rivalidad se queda en la cancha; afuera todos somos amigos”
Así piensan los integrantes del equipo de la Pontificia Universidad Católica del Perú, únicos representantes de dicho país en el 5° Torneo Internacional de Debates Santo Tomás.
El estilo del equipo de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) ha llamado la atención en el 5° Torneo Internacional de Debates Santo Tomás. Sus propios integrantes reconocen que están acostumbrados a actuar de manera mucho más confrontacional e histriónica y que en el certamen de Viña del Mar han debido moderarse para adaptarse a las condiciones de la competencia. Y aseguran que el énfasis que ponen en cada intervención es solo parte del juego y que, una vez terminado el debate, los ánimos vuelven a la normalidad.
“Nosotros tenemos un estilo un poco más confrontacional, un poco más libre, así que hemos tenido que adaptar nuestras habilidades y capacidades a este formato. No obstante, lo hemos pasado muy bien, nos hemos encontrado con equipos de mucho nivel, que nos han enfrentado con posturas sorpresivas. Eso para nosotros es terriblemente enriquecedor y es algo que disfrutamos mucho como equipo”, sostiene Cristián Montero.
Su compañera Erika Rodríguez añade que “creo que desde el 2014 todos los equipos han crecido muchísimo. El mejor regalo que nos deja este torneo es seguir creciendo como equipo, seguir creando lazos de amistad, poder encontrarnos y reencontrarnos con nuestros amigos, intercambiar ideas sanamente. Porque de eso se trata el debate, de intercambiar ideas y desde nuestra juventud enseñarles a las personas adultas, a los líderes, a los políticos, que sí se puede intercambiar opiniones sin llegar a las agresiones. Es por lo que nosotros apostamos”.
«Experiencia enriquecedora»
Sandra Bravo indica que la Pontificia Universidad Católica del Perú tiene una Sociedad de Debate en la cual entrenan todas las semanas, “pero para el Torneo ICUSTA (como también es conocido el certamen que organiza Santo Tomás) nos preparamos de una manera distinta porque es un formato diferente al que estamos acostumbrados. Ha sido una experiencia muy enriquecedora, es una forma de debate que llena de muchísimo más contenido todo lo que tú quieres decir”.
Quizás por lo mismo, el capitán del equipo, Jaime Castillo, no duda en catalogar como “muy intensos” los días vividos en Viña del Mar: “para todos ha sido un esfuerzo considerable tener que ajustarnos a los horarios, pasar por estas noches de preparación, estar a tiempo para llegar al debate, pero tal como han dicho mis compañeros, ha sido muy enriquecedor construir argumentos, adelantarnos a las objeciones y participar de la competencia”.
Relación con los otros equipos
Sobre la relación con las otras delegaciones participantes en el Torneo Internacional de Debates Santo Tomás, Cristián plantea que “para nosotros el debate es un deporte académico y como en todo deporte, la rivalidad se queda en la cancha, luego todos somos amigos. Nosotros llevamos ya mucho tiempo debatiendo y tenemos amigos que incluso consideramos como hermanos en el debate, entonces además de debatir y competir, venimos a encontrarnos con las amistades que extrañamos mucho durante el año. Podemos decir que somos parte de la comunidad latinoamericana de debates, estamos siempre participando en torneos, en nuestra universidad también organizamos uno y recibimos con la misma fraternidad y hospitalidad a nuestros hermanos tal como lo hacen ellos en sus países”.
Una opinión que es compartida por Erika, quien sostiene que “ si tuviera que escoger lo mejor de este torneo elegiría volver a reencontrarme con esos amigos y sobre todo ese aprendizaje que te deja saber que por más que tengas ideas distintas y contrapuestas, uno puede argumentarlas y las rivalidades se quedan en la cancha. Otra cosa que elegiría es la vista al mar que tenemos, que cada día nos inspira y nos motiva. Viña del Mar para nosotros resulta una experiencia única, increíble, por las personas, por la gente, por los paisajes, por todo… volveríamos muchas veces más”.
Por su parte, Thalía Torres comenta que “llegamos el domingo a Viña del Mar. La vista es increíble, tener el mar al frente, el clima, el solcito, es súper lindo, la gente es muy amable, todos son muy bromistas, todos quieren conocernos, nosotros también a ellos, así que es muy bonito todo lo que hemos vivido”.
Sopaipillas y patas
Repasando los días que han estado en Viña del Mar, los estudiantes peruanos confiesan que les cuesta entender algunas palabras propias de Chile. “Carrete, pololo y polola ya los comprendemos, pero este año nos sorprendió ‘sopaipilla’. No sabíamos lo que era, después supimos que es una especie de masa con zapallo y es como el equivalente a la cachanga de Perú, que también se prepara de una manera parecida”, señala Thalía, agregando que “otra palabra que no conocíamos es ‘fome’, pero ya sabemos que se refiere a algo aburrido”.
Y respecto a las palabras que se usan en Perú y son desconocidas en Chile, coinciden en una: ‘pata’. “Así se les dice a los amigos allá. Tú eres mi pata, yo soy tu pata”. Finalmente, cuentan que hay un concepto que les ha causado confusión y es simplemente ‘casino’. “En Perú es un lugar de apuestas, o un juego o incluso hay unas galletas que se llaman así, entonces cuando nos mandar a comer al casino, quedamos perdidos. ¿Por qué vamos a ir al casino si queremos comer, no jugar? ¿Qué no tienen restaurantes?”.