Camilo Escalona habló de socialismo y su experiencia personal en Diálogos Públicos de la UST Talca

Ex Presidente del Senado relató su trayectoria política a alumnos de Derecho y analizó la crisis que vive su partido en la actualidad.

En el marco de los Diálogos Públicos organizados por la carrera de Derecho de la Universidad Santo Tomás Talca, uno de los referentes del Partido Socialista compartió experiencias con los estudiantes e hizo un amplio recorrido por su trayectoria política.

El invitado a este segundo encuentro fue Camilo Escalona, político chileno que ingresó a la Juventud del Partido Socialista en 1969, a los 13 años. Se inició en la política tempranamente siendo dirigente de la Federación de Estudiantes Secundarios de Santiago (FESES) en la época de Salvador Allende, mientras estudiaba en el Liceo N° 6.

En 1972 fue electo Presidente de la FESES y en 1973, electo miembro del Comité Central de la Juventud Socialista.

En septiembre de 1973, el sacerdote Rafael Maroto lo ingresó a la Embajada de Austria donde obtuvo asilo político y viajó a ese país.

En 1974 vivió en Viena. Entre 1975 y 1978 en Cuba y luego hasta 1983 en Berlín, Alemania Oriental de ese entonces. Desde allí regresó clandestinamente a Chile, ya que la dictadura se lo impedía legalmente.

Fue Senador por la Región de Los Lagos entre el 2006 y 2014, encabezó el Partido Socialista desde mayo de 2006 hasta enero de 2010 y fue Presidente del Senado entre 2012 y 2013.

Junto con su trayectoria política, destaca también su interés como autor literario. En este aspecto, ha publicado cuatro libros de novelas y cuentos: «En Jaque», «Cuentos del Infierno», «El atentado» y «Archivo desconocido», en tanto que como análisis político ha publicado dos libros: «Una transición de dos caras» y «Chile: veinte años después».

¿A qué atribuye usted el desprestigio actual de la política?

“Creo que prolifera lo individual por sobre lo colectivo. Son muy fuertes y predominantes las fuerzas que van en la dirección de la atomización del sistema político y son más débiles las que tratan de cohesionar el sistema político y en ese punto en donde se expresa el dilema principal que tiene la democracia chilena. Si se mantiene así se va a erosionar y se va a desgastar hasta socavarse el sistema democrático chileno”.

¿Puede la ciudadanía recuperar la confianza en los políticos?

“No es tan fácil porque son muy fuertes las tendencias atomizadoras entonces cada cual afirma su mensaje sobre la base de desprestigiar la política, de una descalificación y de un permanente cuestionamiento de la política como actividad social y de las personas que participan de ella. Entonces devolver la confianza a la ciudadanía yo veo que es un proceso largo y nada fácil”.

¿Por qué se produjo la crisis que afecta actualmente al partido socialista?

“Se produjo porque antes, digamos del 88’ al 2008, tuvimos siempre un proyecto político que nos unificaba, el triunfo del NO, ganar la democracia con Aylwin, mantener la transición con Frei, avanzar con Lagos, ganar con Bachelet, teníamos un proyecto que nos unía. Y ahora no, ahora en el partido coexisten tres o cuatro proyectos distintos, unos se quieren ir con el Frente Amplio, otros solo con la Democracia Cristiana, algunos privilegian solo el entendimiento con los Comunistas y otros están en contra, en fin, hay muchas estrategias que chocan y en esta última elección interna esto se puso de manifiesto de una manera tormentosa que desfiguró completamente la imagen del partido”.

¿Crisis como la vivida por el partido socialista contribuyen al desprestigio de la política?

“Naturalmente porque logramos durante 20 años mantener una opinión común y ganar un respeto y un prestigio ante la ciudadanía y ahora la gente dice: pero miren, si ese era el partido que logró unir y cohesionar a la entonces Concertación y después a la Nueva Mayoría y miren en lo que están ahora, es natural que no solamente la gente se fije en el partido socialista, sino que el impacto de los acontecimientos del partido socialista se multiplica en la sociedad. Así que yo creo que muchas personas dentro del partido no tienen conciencia del efecto nocivo que estos hechos producen fuera de nosotros”.

¿Está en condiciones de ser una alternativa de gobierno el partido socialista?

“Yo creo que solo el partido no y por lo demás no ha sido así desde el año 89’. El partido tiene entre el 10 y el 11% del electorado, no tiene un volumen, una magnitud que le permitiera ser una alternativa de gobierno individual, solo en acuerdo con otra fuerza. Yo pienso que mientras más amplio sea el entendimiento, mejor, y por eso tenemos que trabajar por la unidad, aunque hoy en el partido esto está en discusión”.

¿Cuál es la receta para re encantar a los electores?

“Para que la gente vaya a votar hay que mostrar convicciones y no solo apetitos de poder. Eso es lo difícil”.

¿Cómo se puede generar en los jóvenes un interés por la política?

“Creo que la juventud es más sabia de lo que uno cree y este proceso va a tener en la propia juventud chilena un actor favorable, protagónico. La sola numerosa asistencia acá en este encuentro demostró que la juventud chilena sabe muy bien que si cada cual hace una isla y se trata de separar del otro no van a ser sino granos separados y que al contrario si se juntan van a ser un interesante racimo de uva que puede tener un impacto y una gravitación que se proyecte por todo Chile”.