Universidad Santo Tomás

Asegurar la Calidad en la Educación Superior

Ante los nuevos desafíos en el sector, la UST fortalece su Sistema de Aseguramiento de la Calidad a través de un Modelo de mejora continua – PEER – y un conjunto de mecanismos de autorregulación aplicado a todos los niveles de la Institución.

En un escenario en que la nueva Ley N°21.091 sobre Educación Superior introdujo cambios relevantes en lo referente a la institucionalidad del sistema y la acreditación integral —obligatoria y con nuevas dimensiones como las de aseguramiento de la calidad y vinculación con el medio— para los planteles formadores resulta prioritario instalar una cultura de compromiso con la excelencia educativa, a través de mecanismos internos que resguarden y regulen la calidad de la enseñanza, con miras a la evolución del sistema en los próximos años.

En este marco, respondiendo al mandato de la Ley, la Comisión Nacional de Acreditación (CNA) propuso nuevos criterios y estándares de acreditación para programas de pregrado, postgrado, y otras áreas específicas, suscitando diversas reacciones dentro del sistema de educación superior. En principio, se subraya que la determinación de criterios y estándares para el aseguramiento de la calidad debe permitir que las instituciones establezcan autónomamente sus recursos, procesos y resultados conforme a sus fines y proyectos educativos.

En este respecto José Julio León, Vicerrector de Desarrollo y Aseguramiento de la Calidad de la Universidad Santo Tomás (UST) enfatiza que en virtud de la Ley

“la búsqueda de la excelencia y el logro de los propósitos institucionales declarados, junto con las expectativas y demandas del medio son posibles de conciliar a través de un sólido sistema de aseguramiento de la calidad que incluya un adecuado análisis institucional, así como del entorno”.

La definición del instrumental para la acreditación —acentúa León —debe procurar hacerse conforme a la ley, con pleno respeto a la autonomía y diversidad de los proyectos institucionales.

En este punto parece oportuno preguntarse ¿están preparadas las instituciones de educación superior en Chile para dar respuesta a las nuevas exigencias que emanan de la Ley? ¿cómo impactará a su proyecto educativo las nuevas dimensiones, criterios y estándares de acreditación (en consulta pública) entre ellas, la que respecta al aseguramiento de la calidad?

Sistema de Aseguramiento de la Calidad UST

De modo congruente con el nuevo marco normativo, en 2019 la Universidad Santo Tomás (UST) promulgó su Política y Sistema de Aseguramiento de la Calidad articulada con su Planificación Estratégica Institucional (PEI). Esta renovada política es aplicable a todos sus niveles de gestión, abordando sus carreras de pregrado, programas de postgrados, Vinculación con el Medio e Investigación, entre otras áreas, con el objetivo de contribuir al logro de los propósitos institucionales y entregar a los estudiantes una experiencia transformadora de calidad. Así, bajo el principio “hacer las cosas bien, siempre, en todos los niveles, carreras, jornadas y sedes” la UST fortalece una cultura de autorregulación y mejoramiento continuo, utilizando el modelo PEER que se constituye sobre cuatro fases esenciales: Planificar, Ejecutar, Evaluar y Retroalimentar.

“La característica principal de este Modelo consiste en su aplicación integral en la institución considerando unidades académicas, estudiantes, sedes, carreras y jornadas buscando aportar a todos los actores que la componen. Esto es tremendamente coherente con las particularidades de de nuestra Universidad con presencia de Arica a Puerto Montt”, subraya la Rectora Nacional de la UST, María Olivia Recart.

Mejoramiento continuo

Este mecanismo de gestión de la calidad considera un ciclo orientado a la mejora permanente de los procesos educativos, el cual se inicia con la “Planificación” para obtener el resultado esperado; seguido de la “Ejecución” de los procesos, planes y proyectos identificados; la “Evaluación” del grado de cumplimiento de lo proyectado; y la “Retroalimentación”, análisis de los resultados, identificación de oportunidades de mejora y ajustes. Esta última etapa ha sido clave para responder ante el actual contexto epidemiológico de forma oportuna y con base en la calidad, permitiéndole al plantel ser capaces de dar continuidad al proceso formativo de sus estudiantes a través de la educación a distancia.

Principios y procesos

La UST establece su Sistema de Aseguramiento de la Calidad sobre cinco principios: foco en el estudiante, liderazgo de la dirección superior, mejora continua, toma de decisiones basada en evidencias y gestión de las relaciones al interior de la Institución. De esta manera, la política de la casa de estudios incluye aquellos procesos estratégicos, misionales y de soporte, entre ellos destacan la autoevaluación y el análisis institucional; la planificación estratégica, la acreditación institucional, entre otros.

En definitiva, el Aseguramiento de la Calidad en las instituciones de educación superior “permite que estas tengan autonomía para definir y dar seguimiento a sus propósitos, pero asegurando y evaluando a la vez calidad. En la medida que este sistema se aplique adecuadamente, la Institución es capaz de cumplir sus fines, monitorearlos, evaluarlos y mejorarlos”, agrega Paula Collao, Directora de Aseguramiento de la Calidad de la UST.

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