Arañas de rincón en verano: ¿cómo tratar su mordedura?

En la época estival, y propiciado por las altas temperaturas, la araña de rincón se reproduce y sale a cazar su alimento proliferando en los hogares y aumentando las posibilidades que una persona sufra una mordedura. ¿A qué nos exponemos si nos pica una araña de rincón? La jefa de carrera Técnico en Enfermería de Nivel Superior del IPCFT Santo Tomás Santiago Centro, Marcela Riquelme, entrega una serie de medidas para evitar su aparición y explica cómo proceder si esta nos ataca.

El envenenamiento por araña de rincón más común, que sucede en el 85% de los casos, es el loxoscelimo cutáneo, que según explica Riquelme consiste en una lesión de la piel que evoluciona en el tiempo hacia una placa necrótica. Si bien el paciente no corre riesgo vital, lo más destacado es la secuela cutánea que se produce. En tanto, el envenenamiento denominado loxoscelismo cutáneo-visceral, se caracteriza por comprometer rápidamente el estado general del paciente, presentar fiebre, hematuria (orina con sangre) macro o microscópica. Se puede producir insuficiencia renal aguda y luego multiorgánica, cuadro que puede llevar incluso a la muerte.

Las medidas básicas que hay que aplicar para evitar la presencia de este arácnido en nuestros hogares son:

• No colgar ropas ni toallas en las paredes para que no sirvan de eventuales refugios.
• Agitar las ropas de camas antes de acostarse y mantenerlas lejos de los muros.
• Hacer ruido antes de entrar a una habitación oscura y sucia.
• Revisar los zapatos antes de ponerlos.

¿Cómo proceder si nos pica una araña de rincón?

• Si hay sospecha de picadura por araña de rincón lo primero es acudir al servicio de urgencia en forma inmediata.
• Lavar la piel en la zona afectada con agua y jabón.
• Poner hielo en la zona afectada en forma intermitente y según la tolerancia (no más de 15 minutos cada hora). El hielo ayuda a inactivar el veneno de la araña, que es más activo a altas temperaturas.
• También si la víctima presenta los siguientes síntomas: lesión violácea en piel, de rápida progresión o dolorosa, fiebre, náuseas, vómitos, dolor muscular, palidez o ictericia, cambios de coloración en la orina.
• Es importante, en lo posible, observar las características de la araña e idealmente capturarla y llevarla al servicio de urgencia.