En Protagonistas 2030

Académico Nelson Lagos explicó la importancia de la bioinspiración para generar iniciativas sustentables

El director del Centro de Investigación e Innovación para el Cambio Climático CiiCC de la UST compartió con los asistentes parte de sus investigaciones en la reutilización de carbonato de calcio presente en las conchas de moluscos.

Este miércoles 29 de agosto se llevó a cabo la versión 2018 del seminario Protagonistas 2030, organizado por el Diario El Mercurio de Santiago, donde destacadas universidades y centros de excelencia en investigación compartieron con estudiantes secundarios y líderes de opinión sus visiones sobre los grandes temas que están cambiando el mundo. Este año contó con la participación del académico y director del Centro de Investigación e Innovación para el Cambio Climático CiiCC UST, el biólogo marino Dr. Nelson Lagos, quien lideró la charla llamada “Diversidad e Innovación: bioinspiración para ser sustentables”.

Al comienzo de su exposición, el académico explicó la situación medioambiental del planeta, profundizando en los cambios que ha detectado en más de 10 años investigando los océanos. En este marco, sentenció que “el mar absorbe un cuarto de las emisiones de CO2”, lo que ha provocado una “acidificación de los océanos”, afectando a los moluscos y el nivel de carbonato de calcio presente en sus conchas, “haciéndolos más débiles”.

Economía circular

Explicó, además, que las conchas de moluscos -como de los ostiones- son un biomaterial desechado por la industria acuícola que puede reutilizarse bajo la lógica de economía circular, que tiene como premisa la reutilización de desechos en la producción de nuevos materiales, impulsando el desarrollo de economías sustentables. En esta lógica, el ecólogo marino instauró el concepto de “bioinspiración”, refiriéndose a cómo la naturaleza en su conjunto es una fuente de inspiración para diversas áreas de estudio, como el arte, la ingeniería, la ciencia y tecnología. Y es que, según el científico de la UST, estudiando y analizando el comportamiento de especies y procesos biológicos podemos entender y entregar soluciones a problemáticas socioeconómicas, como la contaminación ambiental y el calentamiento global, o aquellas que aún no se han planteado.

Al término de su exposición, el investigador expresó que

“es de gran relevancia dirigirse a jóvenes, porque ellos serán los protagonistas en un par de años más y quienes deberán resolver los problemas que presenté en este escenario. Lo que estamos haciendo es más bien un diagnóstico de lo que está ocurriendo y las necesidades de creatividad e innovación científica y tecnológica que se requiere hacer para enfrentar esos desafíos, pero estamos recién empezando”.

La universidad como generadoras de conocimiento

Añadió que las universidades “son los espacios donde se desarrolla la mayor parte de la investigación científica y tecnológica, pero también hay un importante desafío para ellas, porque las disciplinas y la forma en que se ha venido desarrollando debe empezar a cruzarse y trascender sus propios límites, de tal manera que las soluciones a estos desafíos ambientales y económicos vengan de todas las áreas, de la ciencia y de las humanidades. Si logramos que las universidades integren eso de una manera más armónica, probablemente los estudiantes que están acá van a poder desarrollar iniciativas que ni nos estamos imaginando. La forma en que se ven hoy día los problemas no tendrán nada que ver con la forma y las soluciones que busquemos en un par de años más”.