En Chile el Instituto de Salud Pública es la entidad encargada de determinar si un medicamento se puede adquirir sin receta médica o no. La automedicación puede evitar una asistencia médica necesaria y provocar en las personas una farmacodependencia

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define como automedicación “el uso de medicamentos para el autotratamiento de signos y síntomas de enfermedades”. Si retrocedemos en el tiempo, antiguamente la administración de sustancias –de origen natural- se utilizaba particularmente para fines curativos y su conocimiento se transmitía de generación en generación. Actualmente, la automedicación sigue siendo una actividad ampliamente practicada y personas la consideran como el primer nivel de la atención en salud.

“La mayoría de las veces se realiza de una manera poco informada y sin orientación médica, por lo que generalmente, la automedicación va de la mano con un irresponsable y riesgoso autodiagnóstico de enfermedades. Este autodiagnóstico puede llevar a las personas a adquirir medicamentos de venta directa -o que no necesiten prescripción médica- e incluso medicamentos cuya condición de venta es con receta, ignorando el hecho de que ningún medicamento es inocuo y que, al darles un mal uso, pueden resultar perjudiciales para la salud”, comentó Constanza Fuentes, químico farmacéutico y docente de la carrera de Técnico en Farmacia de Santo Tomás

La profesional explicó que sus consecuencias pueden llevar a que las personas eviten una asistencia médica en casos realmente necesarios, provocando un “enmascaramiento de las enfermedades” y con esto la aparición de reacciones adversas e interacciones medicamentosas, intoxicaciones, aumento de la resistencia a agentes antimicrobianos e incluso, riesgos de abuso o farmacodependencia.

Fuentes es enfática en señalar que es fundamental una correcta información y educación por parte de profesionales sanitarios con conocimientos en medicamentos, especialmente los que se desempeñan en farmacias. “Tenemos la responsabilidad de informarles de los problemas y riesgos de esta práctica, así como también, de aconsejar sobre la automedicación responsable, promoviendo el uso racional de los medicamentos”, comentó.

Ente regulador

En Chile el Instituto de Salud Pública es la entidad encargada de determinar si un medicamento se puede adquirir sin receta médica o no. En un informe realizado por el Ministerio de Salud en el 2010, se señala que “dada la naturaleza y riesgos asociados al uso de medicamentos, todos (los medicamentos) en primera instancia requieren de receta médica para su adquisición”.

El mismo documento destaca el rol que cumple el farmacéutico a la hora de controlar la automedicación, ya que –según dice- “es el único profesional que podría intervenir en ella de manera directa. Así cada persona podrá ver en el farmacéutico un consejero y educador, que lo apoyará en el restablecimiento y cuidado de su salud”.