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Estudiantes de todas las Instituciones de Educación Superior de la Región de Coquimbo participaron del evento “Yo voto Informado” organizado por la Red ViescoEvaluación Neuropolítica Constituyente ¿Qué pasa en el cerebro de cuatro jóvenes cuando ven la franja electoral?
A través de un electroencefalograma portátil, se midió la actividad cerebral de cuatro estudiantes de UST Viña del Mar mientras veían extractos de las propuestas audiovisuales de las opciones Apruebo y Rechazo.
¿Cómo cree que reacciona su cerebro cuando se enfrenta a las campañas del Apruebo y del Rechazo? ¿Habrá alguna forma de medir esa reacción? La respuesta es sí, sí se puede, a través de lo que se denomina “Evaluación Neuropolítica”. El académico de la carrera de Psicología de UST Viña del Mar, Alfredo Sherrington, realizó este ejercicio junto a cuatro estudiantes voluntarios de la misma sede, a quienes invitó a ver extractos de la franja electoral: 2,5 minutos de la campaña del Apruebo y 2,5 minutos del Rechazo, contenido que también fue escogido al azar desde el material disponible en la web.
“La toma de decisiones es una capacidad humana, que involucra diferentes aspectos, como es la información, el tiempo, la evaluación de consecuencias, análisis lógico-racionales, pero también -y en forma relevante- los aspectos emocionales. Estos aspectos tienen un correlato en nuestra actividad cerebral, la cual podemos medir con equipos especializados”, explica Sherrington, especialista en Neuropsicología y quien ya había encabezado una experiencia similar en 2017, con motivo de las elecciones presidenciales.
Ejercicio de Neuropolítica
“Desde la Neuropolítica, se entiende que nuestro cerebro reacciona frente a las temáticas que son relevantes para nuestra decisión política. Hoy en día las tecnologías Brain Computer Interfaces permiten medir el funcionamiento cerebral en forma amigable, en terreno, rápidamente y así poder conocer cómo nos enfrentamos a esta decisión”, agrega el jefe de carrera de Psicología (jornada vespertina) en Universidad Santo Tomás sede Viña del Mar.
¿En qué consistió este ejercicio? Se midió la actividad cerebral de cuatro jóvenes (dos hombres y dos mujeres) a través de un electroencefalograma portátil mientras veían los extractos de la franja electoral. Sólo después de finalizar la medición, manifestaron sus preferencias para el plebiscito: dos se declararon aún indecisos, una se inclinó por la opción Apruebo y otra por la opción Rechazo.
Para la visualización y recolección de datos, se utilizó la Interface Cerebro-Computador Emotiv Epoc, de 16 canales. El software de análisis fue Emotiv3D y Control Panel Premium. El análisis se realizó desde las temáticas relevantes según el nivel de activación cerebral, desde los niveles de frustración, ondas cerebrales (Alpha-Beta-Delta-Theta).
Los principales resultados
Entonces, ¿los jóvenes prestan atención a la franja política? Sí. Tres de los cuatro participantes presentaron niveles de atención medio-altos durante los cinco minutos de la prueba. Desde lo emocional, sus experiencias estuvieron dentro de lo normal-alto, marcando grandes diferencias temas específicos que generaban mayor frustración y/o menor relajación, como así también mayor agrado.
Por ejemplo, entre los jóvenes indecisos, uno de los temas que genera mayor nivel de excitación es la temática mapuche, tanto cuando es abordada por la franja del Apruebo como por la del Rechazo, llegando a 83 puntos de atención en una escala de 0 a 100. El cerebro de uno de los participantes muestra mayor nivel de frustración y menor relajación al ver el video de la opción Rechazo (en términos simples, no le agradó al cerebro). Para el otro joven, sus niveles de frustración-relajación-estimulación son similares entre las opciones Apruebo y Rechazo (su cerebro aún no se decide).
El participante que luego declararía que votará Apruebo muestra altos niveles de atención, y a la vez muestra altos niveles de frustración al visualizar la opción Rechazo, en especial en el discurso de identidad, unión y bienestar. “¿Será una reacción del cerebro a la crítica del discurso del amor?”, se pregunta Sherrington. Al visualizar la franja del Apruebo, su frustración aumenta a niveles altos (90+) y una muy baja relajación (20-), en especial en los temas de corrupción y Derechos Humanos. Al visualizar la opción Apruebo se activan niveles medio-alto de frustración, quizás porque las temáticas abordadas mostraban una serie de problemas sociales.
Finalmente, quien votará Rechazo muestra un nivel medio-alto de atención mientras observa las dos opciones y aparece en general estable en los resultados. Las excepciones están en dos puntos: el primero es el tema mapuche, que al observarlo en la opción Rechazo genera una sensación de menor frustración y mayor relajación. En términos coloquiales, fue agradable para su cerebro ver a mapuches y pueblos originarios en la franja del Rechazo, según indica el psicólogo a cargo de este ejercicio. Al observar el tema de Derechos Humanos en la franja del Apruebo, su sensación de frustración aumenta y la relajación disminuye, tal vez mostrando que es un tema poco agradable para cualquier cerebro, más allá de la opción de voto.
¿Qué podemos concluir?
Alfredo Sherrington señala que, tras este breve ejercicio, hay cuatro puntos que merecen la atención para ser analizados:
- El tema de los pueblos originarios fue relevante. “Las dos opciones muestran esta temática, provocando cambios significativos en los niveles de emocionalidad. Se puede estar a favor o en contra, pero es un tema relevante desde lo neuropsicosocial”, dice el psicólogo.
- El discurso crea realidades. “Es interesante plantear si las campañas están preocupadas de resaltar ‘lo bueno’ de su opción o ‘lo malo’ de la contraria”, añade, explicando que la opción Apruebo “marca de mayor forma las pérdidas-frustraciones en su discurso, mientras que la opción Rechazo focalizó un discurso menos polarizado, con un llamado a la identidad nacional”.
- La emoción en las decisiones. “La carga emocional asociada es diferente en ambas: la opción Apruebo genera mayor intensidad emocional (frustración-relajación) que la opción Rechazo y, desde la intención de voto, el nivel de carga emocional se vive más fuerte desde la opción Apruebo, tanto en indecisos y adherentes”.
- Género y Política. Las mujeres tenían muy clara su opción o alternativa de votación, manifestando una argumentación tanto cognitiva como emocional al respecto. Los hombres mostraban un estado de indecisión, sin tener claro los factores que podría afectar su decisión.
Reacciones de los participantes
Uno de los participantes, Lucas, se declaró aún indeciso de cara al plebiscito. Sobre la experiencia, indicó que “la franja no va a ser un tema para decidir mi voto. No me afectó verla, pero hubo partes en que me pareció raro cómo trataban de expresar sus ideas, agarrándose de las necesidades de la gente, era como populismo. Como que las dos campañas recurrieron a lo mismo. Pero me parece bacán que se puedan hacer estos estudios, interpretar los resultados y compararlos con la tendencia política de cada uno”.
Guillermo también dijo no haber decidido aún su voto. “Encuentro interesante ver qué tan condicionado puede estar un pensamiento. Por ejemplo, si estás condicionado a votar por alguna alternativa debido a que te causa algún tipo de sentimiento o emoción. Está bueno poder evaluar eso”, señaló.
Belén dijo tener claro que votará Rechazo, pero advirtió que “para mí la franja es indiferente, siento que es un momento en que los partidos tratan de convencerte para votar por ellos, pero creo que informándose por cuenta propia uno puede tener mejor visto lo que quiere. Creo que las campañas apelan mucho a las emociones, al populismo”.
Finalmente, Josefa anuncia su respaldo al Apruebo: “siendo sincera, siento que el Rechazo me da vergüenza, lo que está tratando de provocar en la gente, hablando de construir del amor y no del odio, siendo que la Constitución anterior nació del odio. Más allá de que la franja del Apruebo me provoque algo, la del Rechazo me provoca cosas negativas, la siento falsa. La del Apruebo es más cercana a uno”.