Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo: Fonoaudióloga explica la importancia de fomentar la inclusión y combatir la desigualdad de oportunidades

Cecilia Chacón Morales, alumna matriculada en el Magíster en Fonoaudiología desde la práctica basada en la evidencia que se dictará en UST Viña de Mar, señala que la conmemoración de esta fecha “pone en relevancia la necesidad de crear apoyos y redes que puedan contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas con esta condición”.

Este viernes 02 de abril está designado como el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, buscando visibilizar la realidad de las personas con Trastornos del Espectro Autista (TEA), evidenciar la necesidad de promover su inclusión en la sociedad y dar a conocer las barreras que enfrentan en el día a día. Desde el ámbito profesional, son varias las disciplinas que dedican parte de su labor a trabajar en terapia para estas personas, especialmente niños. Una de ellas es la Fonoaudiología. Cecilia Chacón Morales, fonoaudióloga y alumna matriculada en el Magíster en Fonoaudiología desde la práctica basada en la evidencia que se dictará en UST Viña de Mar, explica la importancia de la conmemoración de esta fecha.

“Como profesional del área de la Salud este día es muy importante, ya que pone en relevancia la necesidad de crear apoyos y redes que puedan contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas con esta condición. Y no me refiero sólo al área de Fonoaudiología, sino a todas las áreas en que requieran apoyos, ya que los recursos para una mejora en la calidad de vida incluyen a diferentes profesionales, a la familia y así también la participación de una sociedad con una visión más inclusiva”, señala.

Barreras y dificultades en inclusión

Respecto a las principales dificultades que impiden una inclusión real de las personas con Trastorno del Espectro Autista, dice que según lo que ha podido experimentar en su desempeño profesional, “las barreras que impiden una inclusión real en el caso de los niños se relacionan con la desigualdad de oportunidades, la participación y diversidad de estilos de aprendizaje que no son tomados en cuenta en niños con la condición, ya que como terapeuta clínica y educacional (además de mi rol de mamá) siento que existen muy pocas adaptaciones reales del currículum y objetivos educativos que permitan un real aprendizaje de los niños con la condición de espectro autista (EA)”.

Cecilia Chacón señala además que, en tiempos de pandemia y considerando la manera en que el Covid-19 ha afectado la vida de la mayoría de las personas, la realidad de los niños con TEA se ha invisibilizado aún más. “Creo -y lo veo a diario también en mi rol de madre- que las personas con autismo viven una situación muy compleja, ya que a los cuidadores y padres se les ha otorgado el rol de educadores, labor que se hace dificultosa al momento de apoyarlos en sus aprendizajes”, manifiesta.

“Muchas veces los niños con la condición EA no logran aprender al ritmo de sus compañeros y, por ende, quedan atrasados en las clases. Además, los contenidos no están adaptados a su principal manera de aprender: mediante lo visual. Si les dan instrucciones oralmente, se pierden y no logran responder ni satisfacer las necesidades educativas habituales. Y, por supuesto, esto ocurre porque se ve invisibilizada la realidad en la que ellos aprenden, así como sus necesidades de apoyo”.

 Doble rol de fonoaudióloga y madre de un niño con TEA

Como ya ha mencionado, la futura alumna del Magíster en Fonoaudiología desde la práctica basada en la evidencia de UST se enfrenta al TEA desde un doble rol, como profesional y como madre de un niño con esta condición. “Por una parte, es una necesidad laboral perfeccionarme como profesional para poder dar los apoyos necesarios y atingentes a cada niño y su familia, ya que veo las falencias en mi rol de madre en el ámbito educativo, terapéutico y también social”, dice la fonoaudióloga que se desempeña en el Colegio San Blas, Centro Makipura y Centro de Terapias Infanto-Juvenil Ruphay.

“Me da mucha pena y me siento de manos atadas como profesional en poder brindar los apoyos necesarios a mi hijo, porque no basta sólo con un terapeuta, ya que ellos necesitan verse de manera integral, en todas las áreas de su desarrollo. Creo que mi labor profesional se cruza en mi labor de madre sobre todo en tener paciencia y empatía hacia mi hijo, en ponerme en su lugar, entender su ansiedad y su frustración al darse cuenta de sus debilidades. Por eso intento apoyarlo día a día y también concientizar a mi propia familia para que comprenda su condición”, confiesa.

“Y desde la vereda de madre, comprendo la angustia, el dolor, la desesperación de familias que tienen hijo(s) con la condición EA que se sienten sobrepasados y no saben cómo apoyar a sus hijos. Falta educarlos como padres, falta realizar instancias de apoyo familiar que sepan sobrellevar de mejor manera la condición EA. Por lo mismo, trato de empatizar con ellos y entregar soluciones a sus dudas, dirigirlos por este camino y, a través de mi experiencia personal, resolver sus inquietudes también”, añade.

Finalmente, Cecilia Chacón comenta respecto a su matrícula en UST que “espero que el magíster me ayude a ser una mejor profesional, actualizando conocimientos y obtener información de prácticas basadas en la evidencia para poder incluirlas en mi labor profesional en las terapias.  Mi inspiración para realizar este magíster es mi bella profesión de servicio a la comunidad. Además, mi idea es poder contar con redes de apoyo que me ayuden a llevar a cabo un proyecto que involucre a los niños con TEA y a sus familias, de manera integral. Y, asimismo, poder sensibilizar a la sociedad de la necesidad de inclusión de los niños con esta condición”.