La comunicación como un acto propio del ser humano permitiría, según el filósofo chileno Humberto Gianinni, “alcanzar una cercanía real”. Esta cercanía con el otro (a) durante la pandemia producto del COVID-19, ha sido alterada producto del distanciamiento físico para evitar y propagar nuevos contagios. No obstante, las herramientas tecnologías facilitan que las personas puedan seguir comunicándose, accediendo a diversas plataformas digitales que las acercan en modo virtual, posibilitando seguir compartiendo las experiencias de vida a pesar de la emergencia sanitaria.

En este contexto de la comunicación en pandemia, los centros de información en los establecimientos de salud en Chile cumplen un papel fundamental al momento de actuar como intermediaros para la comunicación entre la familia y las personas, con el objetivo de entregar la información respecto al estado de salud de las/los pacientes que en ellos habitan. Pero ¿Cómo influye la comunicación en la percepción del cuidado humanizado? La influencia puede ser comprendida desde tres factores. Primero, la llamada visión holística del paciente, que las (os) define como un ser social, comprendiendo al núcleo familiar como un actor relevante en el proceso de enfermedad y recuperación. Segundo, la relación del equipo de salud y la (el) usuaria (o), asumiendo un reconocimiento del otro (a) como una persona poseedora de dignidad y derechos. Por último, el derecho a salud, entendido como un bien fundamental y presente en toda persona, permitiendo la accesibilidad de información a sus familiares desde una mirada horizontal, es decir, todas las personas son importantes por el hecho de ser personas.

En efecto, la comunicación como elemento del cuidado humanizado permite la inclusión de estos tres factores que están presentes en los procesos de atención en salud en nuestro país. En años anteriores, estos elementos estaban invisibilizados, pero hoy producto de la pandemia, ha desencadenado que las acciones hospitalarias estén reorientadas hacia la valoración del ser humano en las atenciones de salud, asumiendo directrices que van más allá de dar cumplimientos a protocolos, colocando atención en el por qué y cómo debe realizarse el acto de comunicar. Por lo tanto, cuando queremos comunicarnos con nuestros familiares enfermos, presentes en los distintos centros de salud del país, es importante asumir la perspectiva humanizada, porque no solo transmitimos información, sino también emociones.

 

 

Consuelo Cruz Riveros.

Docente, Enfermería, Universidad Santo Tomás, sede Antofagasta.

 

Javier Huiliñir Curío.

Docente, Formación e Identidad, Corporación Santo Tomás, sede Antofagasta.