El aporte de la Formación Técnico Profesional para el crecimiento y desarrollo regional

La Educación Superior Técnico Profesional ha experimentado un sostenido crecimiento en la última década. Las cifras no dejan lugar a dudas: a la fecha más de medio millón de jóvenes y adultos trabajadores en el país han optado cursar estudios superiores en un Instituto Profesional (IP) o un Centro de Formación Técnica (CFT) por legítima vocación, entendiendo que la Formación Técnico Profesional (FTP) presenta cualidades que las distingue de las carreras universitarias al ser más cortas, flexibles y posibilitando la rápida inserción al mundo laboral.

Sin embargo, sería mezquino centrar el análisis en las posibilidades que ofrece la Educación Superior Técnico Profesional (ESTP) para el crecimiento individual y familiar de las personas, pues también resulta preponderante para el desarrollo del país y de sus regiones al formar capital humano especializado en materias que son y serán aún más relevantes.

Si Chile quiere, legítimamente, aspirar a alcanzar su tan ansiado desarrollo, será de vital importancia de que las empresas e instituciones productivas y de servicios a nivel regional cuenten con un capital humano altamente entrenado y especializado que sea capaz de prepararse a corto plazo para entrar en un sector laboral cada día más desafiante.

Para tales efectos, resulta especialmente trascendente que los programas formativos que ofrecen IP y CFT estén alineados con las demandas de los sectores productivos y de servicios, a la vez de avanzar en trayectorias formativas que permitan una continuidad de estudios acorde a los requerimientos actuales.

Entendiendo que se trata de un desafío mayúsculo, el Capítulo Regional de Vertebral, Consejo de Rectores de CFT e IPs acreditados, busca aportar concretamente al desarrollo de la región a través de Educación Técnico Profesional, posibilitando la vinculación con los sectores productivos y de servicios, realizando propuestas formativas vinculadas a los polos de desarrollo de la Araucanía y propiciando la articulación entre la formación técnica y el mercado del trabajo, considerando que cerca de 20.000 estudiantes estudian carreras técnicas-profesionales en la Araucanía, lo que representa más de un tercio del total de estudiantes de la educación superior en nuestra región.

Contribución que, por cierto, también compete al Estado, a las instituciones públicas y privadas y a los propios sectores productivos y de servicios. Sin duda el trabajo mancomunado contribuirá enormemente para el desarrollo del país a través del crecimiento de nuestra región de la Araucanía.

Rosemarie Junge Raby

Rectora Santo Tomás Temuco

Capítulo Regional Vertebral