“Cuoco” italiano profundizó en su verdadera cocina tradicional

El ciclo de charlas de Gastronomía Santo Tomás Rancagua culminó este primer semestre con un encuentro con Nicolò Giacometti.

Seis invitados fueron parte del ciclo de charlas en Instagram y Teams que organizó la carrera Gastronomía de Santo Tomás Rancagua durante el primer semestre académico y que continuará en el segundo: “Hemos destinado este espacio para nuestros alumnos, pero también hemos querido que a estas actividades toda la comunidad en general se integre y centrarnos en la motivación de los estudiantes”, explicó Jaime Jiménez, Director de Carrera.

En la última charla el invitado fue Nicolò Giacometti, chef italiano fundador de La buona Forchetta SPA (@forchetta.chile en Instagram): “En Chile están más acostumbrados a usar la palabra chef, pero yo me considero más un “cuoco” (cocinero), el que cocina los alimentos, el que hace con sus manos y transforma ingredientes de buena calidad en platos de buena calidad. Eso es lo que a mí me encanta de este oficio. En Italia es bastante normal estar siempre dentro de la cocina con la familia, eso parte desde chico, mi mamá, mi abuela es cuoca igual”.

Fue en los 90’s que explota la cocina italiana en Chile con la apertura de muchos locales que se especializan en pastas. Sin embargo, Giacometti aclara que es más que eso: “Ni se habla de cocina italiana, si no que de cada región de Italia. En Italia, de un pueblo a otro, de una región a otra, hay recetas e ingredientes por completo diferentes. Los ingredientes que se utilizan en cada región hacen la comida. En Roma tengo el guanciale y nace la pasta a la amatriciana, en otro lugar tengo el grano arso y nace la pasta norequietta”.

“En el mundo hay muchos restaurantes que venden comida tradicional pero que tienen poco que ver con la cocina italiana. Es difícil la tarea de los que hacemos cocina italiana de verdad”, reconoce y explica que, por ejemplo, una pizza realmente italiana no tiene tantos ingredientes como los que usamos en Chile.

También compartió con los asistentes un plato tradicional de su familia, preparado por su abuela: el strudel de manzana. Aunque pareciera ser más bien alemán, explicó que también hay una forma italiana de prepararlo, con productos propios de una región. Este ejemplo mezcla los dos referentes de la comida italiana: el patrimonio de la familia y región. “Uno de los principios básicos de la dieta mediterránea es comer en familia. No picoteamos por ahí. Está listo, nos sentamos y comemos la pasta, todos en familia”.

El segundo semestre se retomará el ciclo de charlas de Gastronomía Santo Tomás Rancagua, que se transmite vía Teams y también a través de la cuenta de Instagram @gastronomiastrgua