Sistema de Aseguramiento de la Calidad busca robustecer el IPST a través de la mejora continua

Este sistema de gestión incluye un conjunto de mecanismos de autorregulación que son aplicados a toda su comunidad y estamentos, lo que contribuye al logro de los propósitos institucionales de su Proyecto Educativo.

La calidad como motor, una cultura de trabajo sólida y la consistencia en todos los procesos son parte fundamental del Instituto Profesional Santo Tomás, que este 2020 se presenta a un nuevo Proceso de Acreditación. Bajo el lema “hacer las cosas bien, siempre, en todos los niveles, carreras, jornadas y sedes”, el Sistema de Aseguramiento de la Calidad del IPST permite realizar ajustes y mejoras a los distintos procesos, de forma planificada, para contribuir al logro de propósitos institucionales, así como al desarrollo integral y armónico de su Proyecto Educativo.

En específico, dicho sistema de gestión de calidad está basado en un ciclo de mejora continua que considera cuatro fases: planificar, ejecutar, evaluar y ajustar. Asimismo, incluye un conjunto de mecanismos de autorregulación que involucran todos los niveles de la organización y se aplican en todas las áreas, sedes, jornadas y carreras.

Este mecanismo de trabajo permite gestionar la calidad y aumentar la capacidad de la organización para autorregularse y mejorar continuamente. Además, involucra la autoevaluación y el análisis institucional; la medición y seguimiento del cumplimiento de estándares; la autoevaluación de carreras de pregrado; la acreditación institucional; la Examinación Nacional; la evaluación docente; los planes de mejora y el seguimiento de las acciones de mejoramiento; entre otros.

Mapa de procesos

Buscando consistencia y un correcto funcionamiento, el IPST ha creado un mapa de procesos en el que se distinguen tres grupos de macroprocesos asociados al Sistema interno de Aseguramiento de la Calidad; el primero de ellos, se relaciona a la planificación y gestión estratégica, la gestión de aseguramiento de la calidad, y la de contraloría y cumplimiento.

Posteriormente, en un segundo grupo, están los misionales, que constituyen la secuencia de actividades para la creación de valor: sea en docencia -en este caso representado por el Ciclo de Vida del estudiante, desde la comprensión de sus necesidades y expectativas, y la satisfacción de estas, hasta el cumplimiento del perfil de egreso declarado- y en Vinculación con el Medio.

Finalmente, un tercer grupo de soporte apoya los procesos misionales o clave, tales como los vinculados con los asuntos estudiantiles; la administración financiera; la gestión de recursos materiales e intangibles; la gestión de personas; la gestión de las comunicaciones, y la de Secretaría General.

Cabe señalar que la Misión del Instituto Profesional Santo Tomás reconoce la centralidad de la función formativa que lleva a cabo; de allí la relevancia de contar con un Sistema de Aseguramiento de la Calidad que contribuya al desarrollo integral y armónico de su proyecto institucional.