Decano de Educación: “Esta resolución muestra madurez, fruto de un trabajo integrado, que debemos sentir como un logro de toda la UST”

Tras la acreditación por 4 años de Pedagogía en Educación Física, Rodrigo Fernández, asegura que este hito «nos confirma que podemos obtener mejores resultados para poder ir avanzando bajo un sistema sumamente regulado».

“Mucho y nada”. Así define, rápidamente, el Decano de la Facultad de Educación de la Universidad Santo Tomás, Rodrigo Fernández, el reciente logro de 4 años de acreditación para la carrera de Pedagogía en Educación Física. A su juicio “puede significar nada en la medida que no seamos capaces de ir capitalizando, de consolidar, de proyectar en el tiempo y eso lo digo porque el apremio regulado, controlado y ponderado, debe seguir estando presente. Esto no termina acá, es un continuo sobre el cual tenemos que seguir trabajando”. Sin embargo, enfatiza, “es muy bueno, nos da un buen piso, una buena señal, no solo respecto de lo que hemos hecho en Educación Física hasta la fecha, sino también de lo que estamos tratando de hacer con otras carreras que están en proceso de supervisión por parte del Consejo Nacional de Educación”.

  • Pero se reconoce un buen camino… ¿Lo considera una inyección motivacional para quienes han estado trabajando en este desafío?

Es un reconocimiento a que vamos por un camino acertado; podemos errar en la elección de algún sendero, pero, en términos generales, vamos con una buena orientación. Y claro, es un alimento espiritual para el equipo de una Facultad que ha tenido algunas noticias no gratas en su historia reciente. Esto da un alivio y un respiro, y nos confirma que podemos obtener mejores resultados para poder ir avanzando bajo un sistema sumamente regulado.

Este ha sido el resultado de un trabajo arduo, no fue fácil ni espontáneo. Ha habido un trabajo importante de profesores, administrativos, colaboraciones de otras unidades académicas, de las autoridades de la Universidad. Hay un compromiso institucional que lo hizo posible. La carrera de Educación Física no podría ser tal si no tuviera una buena área de desarrollo curricular, de aseguramiento de la calidad y desarrollo académico, de gestión en las comunicaciones, de convocatoria a nuevos estudiantes; en el fondo, esta resolución muestra madurez, fruto de un trabajo integrado, que debemos sentir como un logro de toda la universidad.

  • ¿Cuáles son las etapas que vienen y en qué plazos?

En una perspectiva de dos o tres años vemos un conjunto de dimensiones que hay que seguir fortaleciendo y afianzando de forma simultánea. Una es ver cómo dar término adecuado y exitoso al proceso de rediseño curricular que hemos estado trabajando. Se hizo una etapa de diagnóstico, se ha trabajado en forma integrada con todas las carreras de la Facultad, compartiendo una visión común del rol del profesor. Ya estamos trabajando en traducir el perfil de egreso en un plan de estudio ajustado. Algo muy relevante es mantener y mejorar los favorables resultados obtenidos tanto en la acreditación como en la Evaluación Nacional Diagnóstica, entonces debemos tener la agudeza para conservar aquellas cosas buenas del actual plan de estudios. En cuanto al modelo de práctica, hemos estado piloteando y desarrollando un nuevo modelo de la Facultad, el cual se aborda desde distintas perspectivas: contenidos, desempeño y contextos distintos dependiendo de la carrera que se trate. Llevamos dos periodos de aplicación del piloto, ganando en madurez, desarrollo, instalación y gestión; esto es cuestión de tiempo. Otro punto crítico es el seguimiento del logro al perfil de egreso dentro de nuestro plan de estudio, es decir, cómo diagnosticamos las competencias y las condiciones en que entran nuestros estudiantes, cómo vamos evaluando el desarrollo de las mismas a lo largo del plan de estudios y cómo evaluamos al final; el perfeccionamiento de este mecanismo nos permitirá tomar mejores decisiones para mejorar el proceso formativo. Esto es muy importante y está explícitamente puesto en la Ley 20.903, la que exige instancias de diagnóstico y retroalimentación. La cuarta tiene que ver con mecanismos de aseguramiento de la calidad; siempre estar evaluando y perfeccionando lo que hacemos.

  • En el contexto actual en que todo parece estar en proceso de transformación, ¿Cómo se visualizan las pedagogías?

Haciendo un símil con lo que estamos viendo desde el punto de vista social, las pedagogías ya tuvieron su propia crisis. Esto no fue en un día, sino más bien distribuido en el tiempo; se inicia con un conjunto de diagnósticos hechos a fines de la primera década y principios de la segunda de este siglo.  Producto de un desprestigio social de la profesión, bajas remuneraciones, excesiva matrícula en los años previos y problemas de calidad en su implementación, entre los años 2010 y 2011 comienza a disminuir la matrícula en las carreras de pedagogía. Conjuntamente a ello, se abre la discusión y los cuestionamientos, se establece la evaluación INICIA, se forman comisiones de análisis y propuestas, y surge la Beca Vocación de Profesor que exige selectividad en la admisión. Es cuando se va gestando la ley de Carrera Docente, en la cual se establecen nuevas exigencias en términos de calidad para estas carreras, entre ellas el progresivo aumento de la selectividad. Ello ha generado el cierre de varios programas, una abrupta disminución de la matrícula y mayores desafíos en su implementación. En ese sentido ahora vamos en una senda de mejoramiento, nos encontramos en un punto de inflexión, respecto a la valoración de ser profesor y la calidad de los procesos de formación de los mismos.

Ahora bien, con la reciente explosión social, se visualizan tremendos y nuevos desafíos para la formación de profesores. Varios de los elementos que están en la base de esta crisis son de orden moral: el enriquecimiento ilícito, y en eso tenemos varios ejemplos de colusión de empresas; financiamiento ilícito de la política, a través de la evasión de impuestos; sentarse en veredas ideológicas y condiciones atávicas que han impedido el diálogo y el acuerdo para resolver los problemas concretos de la gente. Ninguna vereda ideológica puede justificar el hacer esperar a las personas respecto de sus necesidades y derechos más fundamentales.

En cuanto a las reacciones que hemos visto en estas semanas, hay un desdibujamiento de los límites de mis derechos, vulnerando los de otros, mediante acciones violentas, tanto físicas como verbales: desmanes, afectación de proyectos económicos, vulneración física de personas, destrucción, etc. Tenemos que pensar que todas las personas asociadas a estas situaciones, de una u otra manera -habiendo actuado deliberadamente o no, con conciencia o sin ella, sin hacer un juicio al respecto-, pasaron por un establecimiento educacional, todos tuvieron uno o varios profesores.   Si bien no creo que la responsabilidad esté exclusivamente en el sistema educacional, sin duda que tuvimos la posibilidad, en mayor o menor medida, de haber hecho algo más al respecto. Hoy el desafío es tratar de evitar la crisis de 20 o 25 años más a través de la educación que damos a nuestros estudiantes. Y este punto, no solo se puede abordar desde la perspectiva de la formación de los profesores, sino también desde la concepción que tenemos del sistema educativo. Muchas veces lo hemos orientado de forma instrumental, en base al rol que las personas van a cumplir, imponiéndose una mirada sistémica y operacional, dejando de lado el propósito más importante de la educación, que es ser persona, su humanidad. Hay un tema de concepción de persona -que podemos tener muy claro- pero que en los hechos y en la implementación del modelo que nos rige como sociedad, no necesariamente se ve reflejado.

  • Los resultados obtenidos en la Evaluación Nacional Diagnóstica, muestran un alto grado de vocación de los estudiantes de la UST. Ello es una buena base para estos ajustes…

Hoy de forma especial, el proyecto UST y la formación de profesores de nuestra Universidad cobra más significado y relevancia. Una de las cosas que se relevan en estudios internos y externos, es precisamente la vocación de nuestros estudiantes. En el mismo sentido, se distingue en nuestros egresados su valor humano, su ética y compromiso. Estudios muestran que el profesor en general desarrolla su vida profesional en contextos similares en los que le tocó estudiar o vivir. Hay puentes, se tratan de construir y ojalá existan más, pero en el intertanto, es muy necesario que las personas que tienen más carencias en el país tengan acceso a buenos profesores, y en ese sentido la Universidad Santo Tomás tiene mucho que colaborar.

  • La asignatura de Educación Física ha pasado a ser electivo en la enseñanza media. ¿Esto podría desincentivar a los estudiantes a elegir estar carrera?

Esto es solo a nivel de impresión porque es un anuncio reciente y no hay estudios al respecto, pero creo que no van a bajar las necesidades de profesores de educación física en el país, porque si antes había un curso de 35 estudiantes para educación física, ahora lo van a elegir 15, pero se necesitará igual un profesor. Creo que se puede encarecer el costo operacional de los establecimientos educacionales, pero no la necesidad de contar con estos profesionales.

Sin embargo, ahora es obligatorio filosofía, disciplina muy importante para la formación de la persona, justamente por lo que comentábamos. Lo lamentable, más allá de que entre o salga una asignatura, es que siempre vamos a tener una tensión entre disciplinas. Mientras más se desarrolle el conocimiento, mientras más habilidades tratemos de desarrollar en los estudiantes, esta presión va a ser cada vez mayor. Nuestros modelos educativos, en parte, vienen de la necesidad de tratar el conocimiento de una forma segmentada producto de la creciente complejidad del mismo, lo cual produce fronteras y segmentaciones sociales organizadas en torno a profesiones o disciplinas. Un abogado, un ingeniero y un médico, cada quien tiene sus códigos específicos muchas veces mutuamente excluyentes. Algo parecido se materializa en los procesos formativos de nuestros estudiantes, cada vez que necesitamos tener asignaturas que abordan sólo una disciplina. Hay que indagar sobre nuevas teorías y modalidades curriculares que abordan el proceso de enseñanza-aprendizaje mediante la integración de las disciplinas: ¿por qué no en filosofía aprender lenguaje, o en educación cívica, aprender filosofía? De esta forma enseñas educación cívica no sólo desde la perspectiva instrumental de ser ciudadano, sino que también desarrollemos en ellos los fundamentos que sostienen esas decisiones cívicas, sobre las que nos organizamos como sociedad. Creo que es un desafío para la educación en general.