Noticia anterior
Seminario “Desafíos actuales en el desarrollo de competencias: Experiencias en Educación Superior” se desarrollará en Santo Tomás TemucoRobinson Méndez: “Tu único límite es el miedo”
El mejor tenista paralímpico de Chile, número 35 del mundo y 3° de América, Robinson Méndez, realizó charla motivacional organizada por la carrera de Preparador Físico, en conjunto con la Dirección de Formación e Identidad del Instituto Profesional (IP) y Centro de Formación Técnica (CFT) Santo Tomás Curicó.
A través de un motivador testimonio, el joven deportista logró transmitir a los alumnos y egresados, su fuerza, liderazgo y perseverancia; cualidades que le permitieron vencer todos los obstáculos con los que se encontró a los 12 años de edad cuando quedó en silla de ruedas y aun así, logró ser el mejor tenista en su categoría en la historia de nuestro país.
“Nada es imposible y debemos ser felices, agradecer y disfrutar de lo que nos tocó vivir. Yo soy un agradecido de Dios por todo lo que he logrado”, señaló en la conversación Robinson.
Por su parte, Ximena Villar, directora de Formación e Identidad del IP y CFT Santo Tomás Curicó y una de las organizadoras de la actividad, mencionó acerca de la importancia de transmitir este tipo de testimonios a los alumnos.
“Me encuentro muy emocionada, la historia de Robinson es realmente un ejemplo, la manera en como él enfrenta la vida y el amor que tiene por su “compañera”, la silla de ruedas. Refleja sin duda, el Sello Santo Tomás de valorar, exigir y apoyar. Verdaderamente un regalo para nosotros su testimonio, que nos inyecta de fuerzas y empuje ante los problemas que podemos tener en el día a día; un ejemplo de resiliencia. Es un joven que motivará a muchos a darle sentido a la vida”, destacó la directora de Formación e Identidad.
¿Quién es Robinson Méndez?
Robinson, fue hasta el año pasado, tenista profesional paralímpico campeón Nacional, N° 35 del mundo y 3° de América. Actualmente se desempeña en el paracanotaje, siendo el 2° a nivel sudamericano, y por supuesto que trabaja a diario para ser el número uno.
En el tenis, llegó a estar en el número 11 del mundo en el año 2007, y ganó más de 27 torneos en todo el globo; hasta el año pasado fue el campeón nacional de los últimos quince años; y tuvo una importante participación en los Juegos Paralímpicos de Atenas 2004, Beijing 2008, Londres 2012 y finalmente Río 2016.
Sin embargo, para lograr todos sus títulos, tuvo que vencer varias vicisitudes. Desde niño siempre le gustó el deporte, específicamente el fútbol. A los 7 años de edad, debutó como defensa central en el club Palestino. Su sueño era ser futbolista profesional, como su ídolo Iván Luis Zamorano. No obstante, a los 12 años, una bala perdida le llegó hasta su espalda, dejándolo con una lesión en la médula espinal; el resultado fue que nunca pudo volver a caminar, y desde ese día su silla de rueda lo ha acompañado en todos sus logros.
Entró a la Teletón y encontró en el tenis una posibilidad de ser el mejor y convertirse en deportista profesional que representará a su querido país. Participó en diferentes campeonatos y exhibiciones y su carrera fue creciendo positivamente, siempre apoyado por sus padres y hermanos.
Hoy con casi 33 años de edad, que está pronto a cumplir, estudia Preparador Físico en Santo Tomás Sede Concepción, y además de entrenar diariamente varias horas al día paracanotaje, se dedica a motivar a otros en conseguir sus sueños, ya que él considera que nada es imposible.
“Me costó mucho llegar hasta donde estoy, sin embargo la perseverancia es fundamental y dejar de lado el miedo; ya que finamente es tu único limitante. Muchas veces se te viene el mundo encima, pero pese a las adversidades, uno logra ser más fuerte y así sacar la garra que llevamos dentro”, dijo el destacado deportista.
Este año cumplió 20 años en silla de ruedas y señaló abiertamente: “Soy un hombre pleno y feliz. Felices 20 años para mí y mi eterna silla compañera”, con esas palabras el deportista finalizó su charla.
Noticia siguiente
Realizan seminario de comités paritarios en Santo Tomás La Serena