Venezuela: Crisis de la democracia
Han transcurrido 18 años desde la llegada al poder en Venezuela del Comandante Hugo Chávez y su proyecto bajo la imagen rescatada del siglo XIX del Libertador Simón Bolívar, reinterpretada bajo el nuevo prisma del nuevo caudillo. Tras su muerte en 2013 asume el poder su heredero Nicolás Maduro, elevando la figura del fallecido, el “Comandante Eterno”, a niveles épicos, tratando de generar una transmisión de lealtades a su nueva investidura, comenzando con Diosdado Cabello, por su influencia y cercanía con las Fuerzas Armadas.
A 4 años de “Chavismo sin Chávez”, Venezuela se encuentra sumida en una crisis absoluta. La reciente reunión de Cancilleres en Lima ha enviado un mensaje muy claro: Venezuela no es una democracia y la Asamblea Constituyente carece de legalidad. La Organización de Estados Americanos aún se encuentra analizando la aplicación de la Carta Democrática y es muy probable que la discusión interna llegue tardíamente a la gestión de crisis que hoy se encuentra en pleno desarrollo.
Uno de los principales problemas que se presentan en la coyuntura venezolana y que genera el mayor desafío a resolver, es que las Fuerzas Armadas se han transformado en garantes del orden dictatorial. Una cifra: hay más de 2.000 generales en servicio activo, muchos en cargos políticos. Además, la intromisión ideológica en las FF.AA., Guardia Nacional y otras organizaciones paramilitares de civiles armados por el Estado para defender la revolución, complejizan en extremo el escenario.
La expresión alemana “unsicherheit” se puede traducir como la combinación de 3 palabras en español; Incertidumbre, Inseguridad y Desprotección, las cuales ciertamente grafican e interpretan lo que hoy vive el bravo pueblo venezolano.