Mamografía y cáncer de mama
El cáncer de mama es una patología que presenta un crecimiento anormal y desorganizado de las células que forman el tejido mamario, teniendo la capacidad de diseminarse por el cuerpo. Esta enfermedad es considerada por la Organización Mundial de la Salud como uno de los principales problemas de salud pública en el mundo, afectando a un número importante de mujeres, principalmente en países desarrollados y en vías de desarrollo. Afortunadamente, la mortalidad de esta patología ha disminuido principalmente por la detección temprana, a través del autoexamen de mamas y exámenes diagnósticos, principalmente la mamografía.
Una mamografía es un examen que permite visualizar el tejido mamario a través del uso de Rayos X, pudiendo encontrar pequeños tumores o anormalidades que no son palpables a través del autoexamen de mamas. Esto le otorga la calidad de examen específico para la detección temprana de cáncer de mamas.
Se recomienda que la mamografía se realice en mujeres sin síntomas ni factores de riesgo mayores desde los 40 años y repetirla cada tres años; y luego de los 50 realizarla cada dos años. Para las mujeres con factores de riesgo mayores como madre, tía o hermana con cáncer de mamas, se recomienda hacerla antes de la edad en que el familiar fue diagnosticado.
Para realizar la mamografía no se requiere de una preparación especial, solo evitar el uso de cremas, perfume o maquillaje en la zona de la mama, ya que podrían afectar los resultados obtenidos en el examen. La tecnología ha ido avanzando y este examen es cada vez menos doloroso y sí muy efectivo, motivo por el cual la población debe acercarse a los centros especializados para realizar este procedimiento en pro de su salud.