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Los mejores deportistas paralímpicos de ChileFernanda Huenupil y Mónica Marihuen, estudiantes de Técnico en Turismo
“Queremos dar a conocer el coyof y nuestra cultura mapuche lafkenche”
Las primas provenientes de Tirúa, recolectoras de algas y alumnas de Santo Tomás Temuco, buscan formarse para así apoyar el desarrollo de la comuna costera.
Desde la comuna costera de Tirúa, en la VIII Región, las primas Fernanda Huenupil y Mónica Marihuen llegaron a Santo Tomás Temuco con el sueño de formarse y estudiar para así apoyar a su comunidad, su familia y a la agrupación de mujeres Rayen Lafken de Tirúa Sur, a la que pertenecen junto a diez mujeres, y en la que participan activamente hace ya tres años.
Así, ambas compartieron el gran desafío de salir de sus tierras y se matricularon este 2017 en la carrera de Técnico en Turismo del Instituto Profesional Santo Tomás, en la capital de La Araucanía, motivadas por aplicar, a futuro, los conocimientos adquiridos y promover el turismo de la zona en que viven.
“Escogimos esta carrera por la necesidad de contar con algún profesional competente en el área turística, que pueda fomentar el turismo en esta zona tan apartada de la región del Biobío”, explicó Fernanda Huenupil.
Fernanda y Mónica se dedican a una actividad muy particular: son recolectoras de algas. Las jóvenes y la agrupación Rayen Lafken, se dedican a trabajar y elaborar productos en base al cochayuyo o coyof, en mapudungun -su principal insumo- buscando darle valor agregado y generando así oportunidades de trabajo e ingresos a las mujeres del sector.
Coyof o cochachuyo y gastronomía mapuche
“Tenemos mucha de esa alga en nuestra costa, por lo mismo quisimos aprovechar este recurso que nos da el mar y procesarlo de manera sustentable, generando distintos productos en base a este y poder comercializarlo, para generar recursos para nuestra agrupación”, señaló Fernanda.
La joven añadió: “Nuestros productos están elaborados con el alga más limpia que hay en Chile, ya que nuestra costa no está afectada por la mano del hombre, lo que permite que nuestra materia prima, en este caso el cochayuyo, sea de excelente calidad. Además de esto, está el valor agregado del producto que es que somos nosotras las mujeres las que lo procesamos y damos todas las características de la cocina mapuche lafkenche”.
Es justamente ese valor agregado el que el turista puede encontrar al visitar la comuna costera de Tirúa y a las mujeres de Rayen Lafken. Pasteles, empanadas, kuchenes, aceites, té de cochayuyo y una gran variedad de preparaciones derivadas de la popular alga, rescatan los sabores lafquenche y muestran el sello distintivo de la gastronomía de la zona.
Fernanda explica así el proceso del coyof:“nosotros extraemos el cochayuyo preocupándonos que no toque suelo, para que no se ensucie; luego lo pasamos a secado, el cual puede ser de forma natural o a través de secadora, y luego de esto comenzamos a preparar los distintos productos, ya sea, harina, locro, aceite aromático, trozado, infusiones o dulce de cochayuyo. Luego se envasa y se etiqueta con su nombre respectivo”.
Turismo sustentable
“Nosotras teníamos una beca en donde podíamos estudiar gratis en una universidad de nuestra región (VIII), pero desestimamos esa opción porque queríamos ser parte de Santo Tomás ya que posee un gran prestigio a nivel nacional”, destacó Fernanda al reseñar acerca del porqué emigraron a Temuco.
El interés se explica por la íntima relación entre su actividad en Tirúa con la orientación de la carrera que cursan, asociada a la formación en turismo sustentable. La jefa de carrera de Técnico en Turismo, Velis Vargas, lo aclara:
“Nosotros trabajamos ese tema, el que no se refiere solo a la ecología o al ambientalismo, sino que tiene que ver con la sustentabilidad económica y para la población local, es decir, hay un tema económico y social además del ambiental”, explica.
“El proyecto de ellas engancha muy bien con lo que nosotros proponemos. Nuestros focos van por el lado del emprendimiento y también por el lado sustentabilidad, a lo que sumamos el turismo de intereses especiales que en este caso se ve reflejado en actividades asociadas a la gastronomía y el turismo mapuche”, concluye la académica.
En esa línea la carrera de Turismo de Santo Tomás Temuco incorpora un sello particular al incluir la componente étnica como parte del desarrollo de turismo local.
“Tenemos como asignatura Lengua y Cultura Mapuche y tenemos muchos alumnos de la etnia; los que hablan (mapudungun) aprovechan de practicar y los que hablan poquito, aprenden”, declara Velis Vargas.
Sobre su aprendizaje, Fernanda Huenupil agrega: “El conocimiento que hemos adquirido dentro de este año en la carrera nos ha permitido poder ir mejorando el servicio turístico que entregamos a los turistas que llegan todos los años al sector”.
Revalorizando el Coyof
Son múltiples las iniciativas que ha desarrollado Rayen Lafquen para darse a conocer a nivel nacional. Las primas Fernanda y Mónica destacaron, entre ellas, la aparición -a fines del año 2016- de la agrupación en el programa de Canal 13, Recomiendo Chile, donde pudieron mostrar su quehacer y su gente.
Asimismo, en este afán de darle vida a su actividad, las mujeres de la agrupación apoyadas por la Municipalidad de Tirúa, destacaron al alga marina y, de paso, la innegable riqueza cultural del territorio a través de la primera Fiesta del Coyof, que se realizó durante el mes de enero.
En este exitoso evento música, artesanía y gastronomía se fusionaron con el objetivo de entregar una festividad en la época en que más turistas se acercan a la zona, en dos jornadas que se centraron en el coyof y en la diversidad de la gastronomía tiruana donde hubo una exhibición de “Cocina en vivo”.